Santo Domingo.- Al conmemorarse hoy el 177 aniversario de la Batalla de la Estrelleta, el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Pablo Uribe, recordó que esta gesta librada en Matayaya, Las Matas de Farfán, San Juan de la Maguana, el 17 de septiembre de 1845.
Acto que forma parte de la trayectoria gloriosa del pueblo dominicano que tuvo que autoafirmarse a fuerza de tiros, machete, lanzas, palos, piedras e inteligencia militar popular frente a aquellos que pretendían desbaratar la fisonomía dominicanista.
Uribe citó al héroe de la batalla, el comandante José Joaquín Puello, quien dirigió las tropas dominicanas frente a un ejército haitiano numéricamente superior, pero gracias al coraje, fe, decisión, determinación y amor por la patria, contribuyó con la consolidación del proceso de independencia y autodeterminación de la República Dominicana.
Destaca que el comandante Puello había sido un colaborador de los trinitarios, un dominicano que siempre estuvo dispuesto a defender la soberanía nacional, convicción que lo llevó a defender la causa nacionalista y derrotar al enemigo, los que finalmente huyeron y dejaron abandonados cientos de muertos y algunos heridos.
El intelectual sostuvo que: “El 27 de febrero de 1844, oficializó en la trama de la historia una línea de separación de dos naciones diferentes, llamadas a caminar en la geografía del tiempo por caminos espirituales y materiales, específicos y contradictorios. Dominicanidad y haitianidad, en hostilidad por la brutal beligerancia y negación de la segunda, se enfrentaron, resultando victoriosa la primera en combate de reluciente patriotismo”.
Finalmente, valoró el esfuerzo que realiza el Gobierno dominicano en ordenar la situación en la frontera, poniendo como ejemplo el hecho de que el presidente Luis Abinader está haciendo y hará todo cuanto esté a su alcance para garantizar, en su condición de líder del Estado dominicano la paz y seguridad de los ciudadanos, agregando que “La crisis en el vecino país es una amenaza latente, sin lugar a dudas que la construcción de una frontera física en las áreas más vulnerables no solo represente seguridad y control, sino patriotismo y nacionalismo”.