El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) clasificó a República Dominicana como un país con Desarrollo Humano Alto, pese a la lentitud de ese crecimiento.República Dominicana se ubicó esta vez en la posición 99 de 188 países, mejorando 2 posiciones con relación al informe de 2015 cuando obtuvo la posición 101, según PNUD.
El dato está establecido en el Informe sobre Desarrollo Humano 2016, presentado por representantes del organismo internacional en el país.
De acuerdo al informe, “el mejor desempeño se obtuvo en la dimensión de ingresos, seguida por la esperanza de vida al nacer y el acceso a educación”.
Las cifras aportadas por el informe señalan que, si bien la evolución del Desarrollo Humano en el país ha tocado terreno positivo, es lenta, “verificándose una tendencia con menor ritmo de crecimiento en los últimos 5 años, que difiere de los países de la clasificación de Desarrollo Humano Alto, los que registran un ritmo de crecimiento ascendente”.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de nuestro país, explica el informe, disminuyó en un 21.7%, cuando se ajustó por desigualdad, siendo la dimensión de ingreso la que presenta mayor desigualdad en las oportunidades de desarrollo seguida por la dimensión de educación y la de salud.
En la presentación, donde participaron la representante residente adjunta del PNUD, Luciana Mermet, el economista Sócrates Barinas Guerrero, y Melisa Bretón, oficial de la Unidad de Desarrollo Humano Sostenible, se reveló que estos resultados reflejan, a pesar del elevado dinamismo en la generación de riquezas, que segmentos importantes de la población dominicana enfrentan limitaciones para beneficiarse de los frutos del crecimiento económico.
Tareas pendientes con las mujeres
Los expertos coincidieron en que, dentro de las limitaciones al desarrollo humano, “la desigualdad de género muestra resultados preocupantes”. De acuerdo al Índice de Desigualdad de Género presentado en el informe, el potencial de desarrollo humano del país se reduce en un 47.0%, por las desigualdades que en general enfrentan las mujeres. “De manera particular, se evidencian brechas importantes en la previsión de servicios en la salud sexual y reproductiva y en la participación de las mujeres en el mercado laboral”, advirtieron.
Melisa Bretón, oficial de la Unidad de Desarrollo Humano Sostenible puntualizó que, “si bien la República Dominicana se mantiene como país de Desarrollo Humano Alto, persisten desigualdades en áreas como distribución del ingreso, participación económica de la mujer, salud sexual y reproductiva, embarazo adolescente y oportunidades de trabajo decente, que se requieren desarrollar para optimizar el desarrollo humano y fomentar la sostenibilidad del crecimiento económico”.
Luciana Mermet explicó que, “en cuanto a las mujeres, ha habido una fuerte discriminación en cuanto a oportunidades”. Al hablar en términos globales, la experta subrayó que “en más de 150 países a las mujeres se les discrimina legalmente, que en 18 países deben tener la aprobación del marido para desempeñar un trabajo y en cien países se les impide emprender algunas carreras profesionales tan solo por su género, lo que es inaceptable, e impide que avancemos en el mundo hacia el logro del desarrollo humano universal, aunque es necesario conocer y entender los factores de marginación de los grupos”.
Cómo puede la sociedad superar el actual desafío
Los expertos dieron algunas recomendaciones que pueden ser implementadas por el Estado, “para solucionar el reto de la exclusión como obstáculo del crecimiento”. Sugirieron como políticas nacionales “el aumento de oportunidades para la mujer, el fomento del desarrollo humano para los grupos marginados, el acceso a justicia de calidad, y mantener el bienestar humano en situaciones posteriores a conflictos”.
Aseguraron que si son implementadas esas medidas “habrá mayor desarrollo y se redistribuirá mejor el crecimiento económico, que es uno de los principales problemas del país, pues el 20% de la población más rica del país maneja el 50 por ciento de la riqueza, mientras que el 20% más pobre, maneja apenas el 5 por ciento”. El informe señala que la reorientación adecuada de las políticas universales puede reducir el déficit de desarrollo humano entre los excluidos.
Los expertos puntualizan asimismo que dotar a los gobiernos locales de independencia puede generar múltiples efectos en el desarrollo, debido a que “esto permitirá que se reflejen las aspiraciones de las comunidades locales. “La descentralización fiscal también puede empoderar a los gobiernos locales para que recauden sus propios ingresos y dependen menos de las subvenciones de los gobiernos centrales”, dijeron.