La organización tendrá que desarrollar una estrategia que la distancie de las acusaciones de corrupción contra familiares y allegados de Danilo Medina
El impacto del escándalo de corrupción “Operación Antipulpo” en la figura y liderazgo del expresidente Danilo Medina por el involucramiento de dos de sus hermanos en el caso, tiene potencial para arrastrar también al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pues Medina es el único líder de la organización.
El hecho representa un gran reto para el partido de oposición sobrevivir ante los golpes que ha recibido desde la división, posterior salida del poder y ahora una crisis casi total de liderazgo por el efecto del caso en la reputación de su principal cabeza.
Además del caso “antipulpo”, el presidente interino del PLD, Temístocles Montás, volvió la pasada semana a la Procuraduría en una investigación sobre el archivo definitivo de su expediente en el caso Odebrecht, que involucra a otros dos miembros de la cúpula del PLD, Radhamés Segura y Julio César Valentín, mientras otros dos integrantes del máximo órgano de dirección e incondicionales colaboradores de Medina, Radhamés Camacho y Robert De la Cruz, han sido llamados por la Procuraduría para que expliquen sus declaraciones juradas de patrimonio.
En medio de la situación, el dirigente del PLD y quien fuera director del Plan Social de la Presidencia y Superitendente de Electricidad, en los gobiernos de Medina, César Prieto, se suicidó de un disparo en el baño de su casa.
Según el exgobernante, Prieto le había confesado que sentía temor de ser apresado y sometido a investigación por irregularidades y que por eso habría preferido acabar con su vida.
El comunicado de la Procuraduría en la que informó del arresto de diez personas establece que son los “los primeros arrestos de imputados” lo que sugiere que podrían ocurrir nuevas detenciones.
En tanto el director de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), Wilson Camacho, informó que tiene abiertas decenas de investigaciones por corrupción. La línea de comunicación del Ministerio Público sugiere que lo ocurrido hasta ahora es solo el inicio de las investigaciones de actos de corrupción en el Estado, un tema que cuenta con gran apoyo social.
Hasta ahora, la respuesta del expresidente ha sido que el apresamiento de los dirigentes del PLD y sus familiares fue un acto de cobardía en un supuesto uso excesivo del poder.
Adicionalmente, la respuesta de Medina se dio en el marco de un evento oficial del PLD, una reunión del Comité Político y la rueda de prensa se realizó en la Casa Nacional de la organización, por lo que en la respuesta oficial el hecho arrastra a toda la organización.
Responsabilidades individuales
Con el pasar de los días, algunas voces del PLD como el secretario de asuntos jurídicos, José Dantés, han dicho que las responsabilidades son individuales y que quienes hayan cometido actos de corrupción en el pasado gobierno, no significa que sea todo el PLD. Sin embargo, esa postura no luce que sea una línea estratégica, pues lo que ha ocurrido es que la mayoría de los miembros del Comité Político han guardo silencio desde que salieron del poder. Llama la atención el silencio de dirigentes tan sonoros del PLD como José Ramón (Monchy) Fadul, Francisco Javier García y Félix (Felucho) Jiménez, por solo citar algunos.
En los últimos tiempos el exembajador, José Tomás Pérez, había asumido un papel muy activo en defensa del expresidente Medina, pero anunció su salida del Comité Político y ahora permanece ajeno a lo que ocurre en la organización. En tanto, el secretario general, Reinaldo Pared Pérez, está retirado de las actividades políticas por un tema de salud.
PLD, corrupción y contexto social
Dependiendo del matiz que tomen los casos de corrupción que se encaminen desde la Procuraduría, el PLD podría construir un relato que le permita sobrevivir de esta situación o hundirse más. Resulta que los alegatos de persecución política que esgrimen Medina y sus seguidores, se produce en un contexto social y político muy distinto a los circos que los gobiernos nuevos habían acostumbrado al país.
El presidente Luis Abinader se ha ocupado de convencer a la opinión pública de que el Ministerio Público es independiente y que él no intervendrá en lo que ocurra desde esa instancia del Poder Ejecutivo. Como prueba de su discurso, Abinader designó a Miriam Germán Brito procuradora general y Yeni Berenice Reynoso como adjunta, ambas con crédito público de actuar bajo criterios propios y de independencia política.
El tema de la corrupción se instaló en la opinión pública con el escándalo de Odebrecht que en el 2017 empujó una serie de protestas a través de la marcha verde para que se haga justicia. Pero lo que ocurrió con ese expediente no generó crédito público y las críticas a la pasada gestión de la Procuraduría fueron duras.
Si las autoridades logran documentar sus acusaciones más allá de cualquier duda razonable, entonces el PLD tendrá que construir una estrategia que lo distancie de quienes hayan cometido actos de corrupción, pero no se observa hasta el momento la claridad la estrategia.
El PLD no tiene relevo a la vista ante la crisis
Además de la situación de cuestionamientos que enfrenta la principal cabeza del partido morado, esa organización luce huérfana de liderazgo de relevo. Según la encuesta Gallup publicada la tercera semana de agosto de este año, el 41.9% identifica a Medina como líder del PLD; el 2% a Gonzalo Castillo; el 0.9% a Temístocles Montás; 0.6% a Margarita Cedeño; 0.5% Abel Martínez; 0.1% Francisco Domínguez Brito y 0.0% a Francisco Javier García y el 53% respondió que no sabe quién es el líder de la organización política que más ha gobernado en los últimos 40 años. La situación de crisis del liderazgo encontró al PLD inmerso en el proceso de renovación interna en el marco del Noveno Congreso. Para el próximo año ese partido tiene pautado escoger sus nuevas autoridades y hasta ahora el único que se ha identificado para ocupar la presidencia es Danilo Medina. Luego del escándalo de corrupción que involucran a los hermanos del expresidente el tema ha quedado relegado, pero es posible que en los días, semanas y meses por venir Medina enfrente algún tipo de rebelión interna que hasta ahora no había tenido desde la salida de Leonel Fernández y sus seguidores del PLD.