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La Alianza Cristiana Dominicana, organización que está integrada por personas católicas, bautistas, episcopales y de diversas tradiciones evangélicas, metodistas y pentecostales, pidió hoy a las comunidades cristianas ignorar el llamado de las élites y cúpulas de las iglesias y votar por candidaturas que sean empáticas con la vida, la salud y los derechos de las mujeres, tal y cual haría Jesús.
Recordaron que los tiempos de la Inquisición pasaron, que Dios es un Dios de amor, que uno de los principales mandamientos que Jesús dejó a sus discípulos fue amar al prójimo como así mismo y que las mujeres forman parte de ese prójimo al que hay que tratar y responder con amor cuando enfrentan situaciones duras como peligro de su vida por un embarazo; violaciones e incestos que terminan en embarazos y diagnósticos médicos que determinan embarazos incompatibles con la vida, tal cual señalan las tres causales.
En ese orden, Alianza Cristiana Dominicana pidió a los candidatos y candidatas para las senadurías, diputaciones, vicepresidencia y presidencia de la República que competirán en las elecciones de este 19 de mayo no tener miedo y no dejarse chantajear por las élites eclesiásticas porque en las elecciones pasadas las candidaturas que alcanzaron la victoria y sacaron más votos en el Distrito Nacional se posicionaron a favor de las tres causales, como fue el caso de la senadora Faride Raful y el diputado José Horacio Rodríguez, entre otras.
Explicaron que las posiciones de las cúpulas de las iglesias no representan la de la mayoría de la ciudadanía ni de las y los feligreses, como demuestran ediciones pasadas de la encuesta Gallup-HOY, que demuestran apoyo mayoritario de los dominicanos y dominicanas a las tres causales, y la Encuesta Nacional sobre Aborto, que evidenció 79% de las y los católicos consultados estuvo de acuerdo con la causal vida o salud, el 76% con la causal inviabilidad y 66% con la causal violación o incesto.
Además, la entidad criticó que haya sectores que se hagan llamar “provida” y a la vez, al rechazar las tres causales, condenen a las mujeres dominicanas a la muerte, ignorando que ellas también tienen derecho a esa vida plena y abundante que señala la palabra en Juan 10:10: “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Las mujeres también son merecedoras de esta vida y están incluidas en esa aspiración de Jesús de Nazaret.
“Las violaciones e incestos ocurren bajo condiciones indignas para la mujer y, por tanto, son contrarias al propósito de Dios de que todas las personas tengan vida. La vida y la dignidad son uno de los principios cristianos capitales. Reiteramos que esa vida digna que ofrece Jesús no es monopolio ni patrimonio exclusivo de los hombres, sino que es para toda la humanidad. Por eso, en donde se vulnera la seguridad, la salud, la dignidad o la vida de las mujeres, se está tirando por tierra el proyecto de Jesús”, indica la entidad.
Finalmente recordó que lo ideal es que al debatir las políticas públicas se separen los asuntos de fe del compromiso legal que tiene el Estado dominicano de salvaguardar la vida y garantizar el derecho a la salud de las mujeres, incluyendo las que no profesan la fe, y que por tanto no deberían ser obligadas a cumplir leyes dictaminadas por preceptos cristianos. Recordemos las palabras de Jesús recogidas en Lucas 20:25: a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.
