La explanada de la editora Alfa y Omega se llenó de recuerdos y flores.Rosas rojas, amarillas, blancas y girasoles para honrar la memoria de su fundador, Miguel Cocco, quien un día como hoy, hace ocho años, partió del mundo terrenal, dejando viva la imagen de revolucionario, amigo solidario y funcionario íntegro tras su paso por la administración pública como exdirector general de Aduanas.
Así lo testimoniaron familiares, amigos, compañeros de trabajo, subalternos y militantes de la izquierda, durante un sencillo y emotivo acto organizado por su viuda Minerva González, en el lugar donde pasó gran parte de su vida, dedicado a labores de educación, impresión y formación.
“Este es un homenaje a su vida, a sus ejemplos que nos dejó y eso es lo que nosotros queremos mantener vivo, ese modelo a seguir. Por eso nosotros lo recordamos siempre con flores”, manifestó su compañera de vida con quien procreó cuatro hijas.
Por su parte, César Pina Toribio definió a Miguel Cocco como un hombre apasionado de la belleza y la naturaleza, pero fundamentalmente, con un gran sentido humano, de solidaridad, respetuoso al ser humano y con una gran visión en que el futuro siempre iba a ser mejor, y “que podrían hacerse realidad los sueños de mucha gente, de muchos sectores, que están todavía incluso pendientes de ser cumplidos”.
Ejemplo de transparencia
Mientras que el diputado reformista Ito Bisonó manifestó que hoy en día cuando se cuestiona a los servidores públicos en materia de transparencia y rendición de cuentas, el ejemplo de Cocco debe ser emulado por toda la sociedad.
“Hoy más que nunca tenemos que tener pendiente en la memoria el accionar, la vida, la entrega de una persona como don Miguel. Una persona que primero luchó por sus ideales propios, se mantuvo siempre coherente, y después, cuando ha sido funcionario público, lo que ha sido es objeto de muchos reconocimientos de todos los sectores sociales, políticos o no del país. Su hoja de servicio habla por él”, dijo el legislador.
En el lugar donde brilló por su ausencia la alta dirigencia del PLD estuvieron presentes algunos de sus compañeros de los Comités Revolucionarios Camilo Torres (Corecatos), que como Cristóbal Rivera, Adolfo Mercedes y José Villa recuerdan con nostalgia la influencia que ejerció el sociólogo en sus vidas.
“Yo lo conocí desde esa época, me formé políticamente bajo su dirección, trabajé personalmente con él aquí en la editora Alfa y Omega en sus comienzos y participamos del movimiento revolucionario que tenía como objetivo establecer un gobierno socialista en la República Dominicana. Luego, en su faceta de funcionario público probo y su relación de amistad, donde él demostró que era amigo de los amigos, que siempre fue fiel a sus principios aunque estuviera en el Gobierno”, dijo Mercedes.
Para recordar a Cocco, José Villa se remontó a los años 70 y la persecución de la Policía Nacional a Los Palmeros, durante el régimen de los 12 años de Balaguer y su empeño en rehacer los destinos de la patria.
Colocan flores frente al mural en su memoria
Decenas de flores fueron colocadas en el pequeño jardín, frente al mural de mosaico hecho en su memoria por el artista Cristian Tiburcio, por encargo de su esposa Minerva González. “El mural lo concebí como un gran homenaje al amor de mi vida para que sea recordado a través de su rostro con una sonrisa tierna, pensamientos profundos, fechas memorables y esplendoroso diseño a un hombre que luchó y sirvió a su país sin esperar nada”, se puede leer en el mensaje de su viuda escrito en la edificación en donde fueron impresas la mayoría de las obras literarias y políticas del profesor Juan Bosch, su gran amigo.