El Ministerio Público solicitó la imposición de 15, 20 y 30 años de prisión para una red narcotráfico supuestamente dirigida por Bienvenido Guevara Díaz (Maconi) e integrada por otras 15 personas, acusados de traficar 1,570 kilogramos de cocaína.
Al presentar sus conclusiones en el juicio contra el grupo acusado de traficar la droga en la embarcación de carga Kaluba en diciembre de 2017, el órgano acusador pidió a las juezas del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que se le imponga las condenas de la siguiente manera.
Pidió 30 años de reclusión contra Guevara Díaz (Maconi), Dante Meraldo Medina, Dante Wilfredo Medina y Carlos Julio Cuevas Feliz, dueño de la embarcación.
Además, contra el colombiano Manuel Escobar Bolaños solicitó 20 años de prisión. Igualmente pidió la imposición de 15 años de cárcel contra Salvador Gómez Cuevas, René Cuevas Féliz, Fermín Samboy Cuevas, Damerides Gómez Saldaña, Elvis Langomas Medina y Teurison Valenzuela Samboy.
La misma pena para el venezolano José Quijada Salazar, el colombiano Silvio Ibarra Vega, el cubano Pedro Betancourt Tabio, el nicaragüense Joel Ponce Ordoñez, y el hondureño Marbin Lambert Harry.
En el juicio está en su fase final, los abogados de los imputados están terminado de presentar sus conclusiones, una vez finalice esta etapa, las juezas se retirarán a deliberar para emitir un fallo sobre el caso, si acoge la solicitud del Ministerio Público, completa o parcialmente, o se la rechaza.
En su acusación, el Ministerio Público asegura que la embarcación fue interceptada, abordada y requisada a 200 millas náuticas en aguas internacionales por el Servicio de Guarda Costa de Estados Unidos, encontrando 12 tripulantes a bordo y se procedió a trasladar hasta aguas nacionales.
Una vez que la embarcación fue llevada al puerto de Sans Souci, miembros de la DNCD conjuntamente con los representantes del Departamento de Investigación de Tráfico y Consumo de Drogas del Distrito Nacional ocuparon 75 sacos de nylon, dentro de los cuales fue encontrada la droga que había sido escondida en un compartimiento secreto del barco.
El dueño de la embarcación, Carlos Julio Cuevas Feliz, cuando dio su versión de los hechos en el tribunal, le indicó a las magistradas que no tiene nada que ver con el caso y que es inocente de los cargos por lo que se encuentran en el proceso.
Indicó que su barco, con el que transportaba combustible, pues era su oficio, desapareció en alta mar y días después, luego de hacer diligencias en las instituciones correspondientes para ubicarlo, fue encontrado con la droga dentro, situación de la cual, explicó, no tenía conocimiento.
Sostuvo que cuando fue encontrado había dos tripulantes que no pertenecían a la embarcación.