La Procuraduría General de la República (PGR) solicitó a las autoridades de Brasil copias certificadas de las confesiones realizadas por los ejecutivos de Odebrecht, homologadas el pasado lunes por la Corte Suprema de Justicia de ese país.Así lo indicó la PGR a través de una nota de prensa, en la cual destacó que de esta forma se busca obtener, a la mayor brevedad, las informaciones ofrecidas por los declarantes a los fiscales brasileños, las cuales permitirán complementar las que sean recabadas durante la investigación local. “Con esta información sin dudas se acelerará el proceso para identificar quiénes habrían recibido los sobornos que suman US$92 MM, que la constructora brasileña admitió haber pagado para obtener contratos de obras del Estado en nuestro país”, indica la nota.
Señaló que aunque en diciembre pasado se tramitó una solicitud de colaboración internacional por ante las autoridades brasileñas, el Ministerio Público de República Dominicana estaba a la espera de la reciente validación judicial de tales declaraciones, para de inmediato formular esta nueva petición más específica, a través de la vía oficial correspondiente, tal como se hizo.
La PGR precisó que independientemente del compromiso en firme logrado para que Odebrecht pague a República Dominicana una compensación de US$184 MM, y de este nuevo requerimiento a Brasil, el MP continúa sin pausa las pesquisas locales sobre el caso Odebrecht.
Agregó, que no va descansar hasta lograr el sustento probatorio para llevar a los tribunales a quienes hayan aceptado o solicitado sobornos, sin importar quien sea, ni tampoco el cargo ocupado, ni el gobierno o el partido al cual pertenezcan.
Puntualizó que el objetivo del MP es construir un expediente fuerte, por lo que está siendo minucioso en las indagatorias y diligencias afines, la mayoría de las cuales no pueden divulgarse para no entorpecer el debido proceso.
Supremo de Brasil homologó confesiones
La presidenta del Supremo, Carmen Lucia Antunes, validó las confesiones, que al parecer salpican a decenas de parlamentarios y políticos, después de que el magistrado instructor del caso, Teori Zavascki, falleciera en un accidente. Antunes homologó las confesiones previamente confirmadas por jueces auxiliares de Zavascki, pero no levantó el secreto sobre las declaraciones.