Entre cantos y oraciones fueron velados ayer en la sede de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) los restos de monseñor Fabio Mamerto Rivas, quien falleció la madrugada del sábado a la edad de 86 años en la Residencia Salesiana de Jarabacoa, lugar donde residía desde el año 2000.
La exposición del cuerpo de Rivas, quien fuera el primer obispo de la Diócesis de Barahona, inició a las 3:00 de la tarde con las palabras del obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Ramón Benito Ángeles, y con una oración elevada por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria en la explanada frontal de la CED.
A la ceremonia del religioso, a quien compañeros de la Iglesia definieron como una persona sencilla y humilde, acudieron diferentes personalidades de la vida cristiana, política y social.
Dentro de ellos estuvo el expresidente de la República Leonel Fernández, quien lamentó su partida y lo catalogó como una persona afable, alegre, vinculada a la juventud. De igual forma, estuvo el ministro de Educación, Andrés Navarro, quien destacó su labor.
Su trayectoria
“Recordamos a monseñor por toda su lucha por el desarrollo del sur, cuando la Iglesia puso en sus manos la Diócesis de Barahona, por su trabajo por la educación como buen salesiano consagrado, también a la niñez, a la adolescencia y a la juventud”, resaltó Navarro.
Tras la ceremonia de cuerpo presente, sus restos fueron trasladados a la Diócesis de Barahona, donde será velado en la Catedral Nuestra Señora del Rosario, antigua Iglesia Santa Cruz de Barahona. Será hoy a las 10:00 de la mañana cuando se tendrán las exequias y la sepultura en la referida Catedral.
Monseñor Fabio Mamerto Rivas nació en Botijas, paraje de la sección Cabirmota, La Vega el 11 de mayo de 1932. Desde los diez años impartía catecismo y organizaba peregrinaciones. Ya para ese tiempo era respetado por sus amigos y familiares por su tendencia religiosa.
Tras una larga trayectoria de entrega en la Iglesia, el 24 de abril del 1976 el Papa Pablo VI lo promovió al Episcopado, destinándole a ser el primer Obispo de la Diócesis de Barahona. El 28 de agosto de ese mismo año, el cardenal Octavio Antonio Beras Rojas, asistido por otros pastores, lo consagran como obispo. En el año 2000, el Papa Juan Pablo II aceptó su renuncia del puesto pastoral en la Diócesis y es desde ese momento que pasa a residir a la comunidad salesiana de Jarabacoa.
Jarabacoa despidió al obispo emérito
Con una misa de cuerpo presente oficiada por monseñor Diómedes Espinal, presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, los obispos le dieron el ultimo adiós a Mamerto Rivas. La homilía, en la parroquia María Auxiliadora, estuvo a cargo de Francisco Batista, provincial Salesiano de las Antillas, quien destacó que Mamerto Rivas era una persona con empatía total con los jóvenes y dio siempre un testimonio de amistad y amor.