La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) atraviesa por una crisis aguda a nivel económico, administrativo, académico y en sus relaciones internacionales, que requiere ser abordada sin demora, según el aspirante a la rectoría en los comicios de mañana, Ramón Peralta.
Según el candidato, los casi tres mil profesores, empleados y estudiantes con derecho al voto tienen en sus manos el poder para hacer que la universidad dé un salto al siglo XXI o que colapse definitivamente.
El actual director general de Planificación y Desarrollo Institucional (Digeplandi) de la UASD, asegura que si bien es cierto que la asignación de recursos por parte del Gobierno no se corresponde con una matrícula que supera los 180 mil estudiantes, la institución gasta por encima de los recursos que recibe y sólo genera el 9% de su presupuesto, cuando las universidades homólogas de la región producen alrededor del 40% de sus ingresos.
Peralta asegura que de llegar a la Rectoría corregiría la carencia de capital de trabajo con la ejecución de 20 proyectos que le generarían internamente a la universidad alrededor de RD$500 millones mensuales, entre los que figuran la construcción de un hospital estomatológico, un edificio de postgrado para impartir maestrías, doctorados y programas de alta tecnología, una planta procesadora de agua purificada, una fábrica de pizzas a gran escala y el relanzamiento de las unidades productivas existentes, como la planta procesadora de productos lácteos de Emgombe y la imprenta universitaria.
Dijo que tiene una oferta de una empresa china para generar 50 megavatios de energía alternativa, lo que ahorraría los RD$24 millones mensuales que se pagan de factura eléctrica y el ingreso de otros RD$100 millones mensuales por concepto de generación.
Violación reglamentos y estatutos
Otra grave problemática que asegura está dispuesto a corregir es la falta de independencia de poderes en el máximo organismo de dirección, como es el Consejo Universitario. “Ahí se es juez y parte”, manifestó.
Manifestó que los estatutos y reglamentos universitarios son violados día tras día, lo que va en detrimento de la institucionalidad a nivel docente y administrativo. “No podemos tener un empleado que dependa de la voluntad de un supervisor o de un director designado por asuntos políticos, o porque pertenece a un grupo de campaña. Ese tipo de cosas debemos superarlas”, dijo Peralta.
Romper con clientelismo y la politiquería
Peralta dijo que romperá con los diversos intereses políticos que convergen en la universidad para que sea lo suficientemente transparente y confiable y se convierta en una verdadera plataforma de desarrollo del país y de formulación de políticas públicas. En otro orden, manifestó que el currículo universitario está desfasado, pues deja fuera a carreras de actualidad como la mecatrónica, la ingeniería de software, imagenología y tecnología 3D.