El dirigente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo afirmó además, que la mayoría de los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconocen de forma privada que Haití es un estado fallido, pero aceptarlo públicamente, a juicio de este, implicaría obligaciones de la comunidad internacional que la misma no está dispuesta a asumir.
El alto dirigente de la FNP argumentó que: “Frente a la realidad geopolítica de un estado colapsado, que es zona de desastre ecológico, de desastre sanitario, un narcoestado y que sufre crisis recurrentes cada vez más crónicas de ingobernabilidad; frente a una realidad así, lo que se impone es un frente de rescate y reconstrucción, pero no se ha hecho eso”.
Castillo se refirió al documento en el que la Organización de Estados Americanos (OEA) reconoce que “los últimos 20 años de presencia de la comunidad internacional en Haití significan uno de los fracasos más fuertes y manifiestos que se haya implementado y ejecutado en ningún marco de cooperación internacional”.
A juicio de Pelegrín Castillo, la OEA produjo esta declaración de mea culpa por razones tácticas de la coyuntura, pero también de críticas veladas a Naciones Unidas. “En el fondo, habrá que definir si este problema lo aborda el hemisferio o si lo sigue abordando Naciones Unidas, con una participación importante de Chica y Rusia en un contexto mundial de guerra”, agregó.
Afirmó que China y Estados Unidos durante el Gobierno del presidente Danilo Medina impidieron que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna, para plantear el tema haitiano en procura de buscarle una solución definitiva.
Reacciona a declaraciones del ministro de Economía contra marcha patriótica
Aseguró que el ministro de Economía, Pável Isa Contreras, desde siempre ha trabajado con los organismos internacionales, en respuesta a los señalamientos del funcionario en contra de la marcha patriótica del pasado sábado, tras acusarla de reclamar una política migratoria desde el desprecio.
“Uno sabe que tanto Pavel como su antecesor Miguel Ceara Hatton, han trabajado toda la vida con los organismos internacionales y, obviamente, la marcha está enfocada de manera principal en la irresponsabilidad de los organismos internacionales frente al tema haitiano. Entonces, él sale públicamente a descalificar la marcha”, expresó Castillo, al ser entrevistado en Despierta con CDN.
El dirigente político sostuvo, además, que el manifiesto del movimiento patriótico tiene un planteamiento racional, de base humanitaria y comprende la realidad de un problema que viene afectado al país desde hace más de 30 años.
Sin embargo, deploró que los organismos internacionales, los poderes fácticos y los sectores políticos que de alguna manera se han acomodado al esquema de que República Dominicana puede ser la zona de amortiguamiento de Haití, han hecho caso omiso al manifiesto del 6 de agosto.
“Los hechos están demostrando que el esquema de los últimos 30 años ha fracasado en la forma de abordar el tema de la política internacional. El enfoque que ha primado desde 1993 cuando el Glaucus norteamericano le exige al presidente Bill Clinton que reponga a Jean-Bertrand Aristide en el poder, lo que ha primado es la idea de que República Dominicana está llamada a ser la zona de amortiguamiento de Haití”, recalcó.
China y Rusia se interesan en crisis haitiana
Sin embargo, dijo que China decidió plantear el tema cuando 30 líderes haitianos de la corriente de izquierda decidieron enviarle hace aproximadamente diez días una carta a los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin en la que denuncian el fracaso de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití “Minustah”.
“Incluso, acusan a la Minustah y su presidenta de ser la promotora de la violencia en Haití, funcionarios de Naciones Unidas alentando la ciolencia en Haití. Entonces, en ese contexto es que China reacciona”, planteó.
Indicó, además, que por esta razón la marcha patriótica llamó a la unidad nacional, invitando al Gobierno, a la oposición y a los ciudadanos a tomar conciencia de que la crisis de Haití, que tiene raíces culturales e históricas, entró en un proceso de aceleración e interconexión con la crisis mundial y del Caribe.
En este sentido, sugirió al presidente Luis Abinader que reúna los ministros de su Gobierno, para que les indique cuál es la línea de política exterior que se debe implementar frente a los problemas que vive el vecino país de Haití.
Pelegrín Castillo platea necesidad de unidad
“Nosotros no podemos tener mensajes divididos, porque no son convincentes”, advirtió, tras señalar que el llamado de atención del manifiesto del pasado 6 de agosto fue a la unidad nacional y unificación de los actores del sistema político más allá de los partidos.
Sostuvo que esta fue la razón por la que el Instituto Duartiano invitó a todas las organizaciones políticas, las cuales participaron en su mayoría a través de delegaciones encabezadas por líderes políticos de alta relevancia.
El dirigente político consideró que frente al tema haitiano hay una actitud cínica y manipuladora, al tiempo de asegurar que el país de Haití históricamente ha sido desahuciado por los poderes internacionales.
Ante esta situación, planteó que Haití se ha convertido en un país irrecuperable, por lo que consideró que ya no vale la pena hacer el esfuerzo de reconstruirlo o restaurarlo.
Pelegrín Castillo pondera política migratoria de Luis Abinader
Pelegrín Castillo destacó que el presidente Luis Abinader ha cambiado la línea de política exterior, al menos en el discurso como ningún mandatario antes lo había hecho.
“Todos los presidentes han dicho lo mismo, pero Abinader ha sido consistente, reiterativo y enfático; no se había visto que el presidente dominicano usara el Twitter para enviar un mensaje de política exterior”, expresó.
Consideró que el mandatario también dio un paso importante y y de refuerzo a esa visión, con el anuncio de la construcción de un muro fronterizo.
Sin embargo, advirtió que si el discurso oficial del Estado dominicano sobre la política internacional no es seguido de acciones contundentes, convincentes, coherentes y congruentes con el discurso, “entonces se revierte contra el Estado”.