El sacerdote Elvin Taveras Durán fue trasladado la tarde de ayer hacia la penitenciaría de Najayo-hombres en San Cristóbal, luego de haber permanecido durante cinco días recluido en la cárcel preventiva de San Luis, en Santo Domingo Este.
Aunque fue el jueves 10 de este mes cuando el juez de la Oficina de Atención Permanente de la Provincia Santo Domingo dictó la medida de coerción en contra del párroco acusado del asesinato de un adolescente de 16 años, no fue hasta ayer cuando el tribunal emitió la resolución para la ejecución del traslado.
De acuerdo con información de la Fiscalía, Taveras Durán fue sacado de la cárcel de San Luis a las 1:25 de la tarde y deberá cumplir un año de prisión preventiva en Najayo.
El pasado lunes el párroco había sido atendido en el Hospital de El Almirante, donde fue llevado luego de que se le infectaran unas mordidas que tiene en los dedos de las manos. Hasta el momento no se ha establecido si las mordidas se las hizo el monaguillo Fernelis Carrión Saviñón antes de que fuera asesinado.
Ayer el capellán de la Policía Nacional Alejandro Cabrera calificó como un duro golpe para la Iglesia católica el asesinato del adolescente Fernelis Carrión Saviñón, supuestamente cometido por el sacerdote Elvin Taveras Durán.
Cabrera expresó que aunque ese hecho impacta de manera negativa los sacramentos de la Iglesia, están en oración para continuar adelante. “Esperamos que el señor tenga piedad de él (padre Elvin) y de la familia afectada. La reflexión de esto es no desviarnos, poner la mirada en Jesús y vencer las tentaciones del demonio, sea como sea”, dijo el padre.
Consideró que el problema no es la Iglesia, sino el pecado. “No nos dejemos seducir, la biblia dice que el diablo anda suelto y está como león rugiente buscando a quien devorar. Lo dice en primera de Pedro capítulo 5 versículo 8”, citó el capellán de la Policía.
Aún no aparecen las armas homicidas
El expediente sobre el asesinato del adolescente Fernelis Carrión Saviñón registra una lista de evidencias recolectadas en la escena del crimen que supuestamente cometió el sacerdote Elvin Taveras Durán, pero ni el martillo ni el arma blanca con los que fue asesinado, aparecen entre las pruebas registradas por los investigadores. Esto sigue siendo un misterio.