El geólogo Osiris de León consideró innecesaria la emisión de la alerta de tsunami para las costas de República Dominicana, como ocurrió la noche del pasado sábado a raíz del terremoto de magnitud 7.6 localizado al norte de Honduras.
El ingeniero en geología y minas afirmó que el evento telúrico ocurrido cumple con solo dos de los cuatro criterios técnicos que deben anteceder a cualquier aviso de tsunami. En ese sentido, advirtió sobre el riesgo de emitir este tipo de alerta sin que se requiera.
“No es que no seas preventivo o precautorio pero uno debe cuidar el tema del desgaste. Si con frecuencia ponemos alerta de tsunami que no se producen, luego la gente se acostumbra y un día que pones una alerta que si procede, puede que la gente no te la importantice como debe, se quede tranquila en el malecón, en Boca Chica, en Güibia en Manresa y venga entonces el impacto”, alertó.
“Por tanto periodistas que me consultaron, bancos, ciudadanos, directores de medios a todos les dije no, (no había posibilidad de tsunami) porque de los cuatro componentes que tenemos, vemos que nada más se cumplen dos y hay dos que no se cumplen, por tanto no es necesario emitir una alerta”, dijo.
Puntualizó que para que se emita una alerta de tsunami deben cumplirse cuatro condiciones, y que este terremoto solo cumplió con los puntos de magnitud y epicentro, es decir fue superior a siete y ocurrió en el mar, pero no cumplió con lo concerniente al hipocentro, (que esté a poca profundidad de 8 a 15 kilómetros), ni con el tipo de movimiento de la falla donde ocurrió la ruptura. “No se cumple lo del hipocentro porque está a 33 kilómetros de profundidad y no se cumple lo del movimiento vertical de la falla donde se ha producido la ruptura porque en ese tramo la falla es de desgarramiento horizontal lateral por tanto no empuja la masa de agua” explicó.
“Si hubiese sido en Puerto Plata, en Río San Juan, en Nagua, Samaná ahí si el mecanismo de la falla es vertical de rebote porque hay un frente de subducción y cuando tienes un frente de subducción hay una placa debajo de otras placas, la levanta abruptamente, desplaza la masa de agua y se va a la costa. Eso fue lo que pasó en Matanza, el 4 de agosto de 1946, ahí sí. En este caso, en este punto focal que está al oeste de Jamaica, al noreste de Honduras no rompe verticalmente, rompe horizontalmente”, subrayó. Ante lo ocurrido, recomendó “pulir” el mecanismo utilizado y con un equipo técnico de expertos analizar la información recopilada y que ese comité técnico de alto nivel sea quien diga a las autoridades si procede emitir la alerta.
Plantea población reciba las alertas por celular
Otra recomendación, que viene planteando desde hace varios años incluso en artículos publicados en elCaribe, es que el Estado suscriba acuerdos con las compañías telefónicas para que cuando se genere una alerta sea por huracán, lluvias torrenciales que puedan provocar inundaciones o por un terremoto con potencial de generar un tsunami, pues que esa información llegue inmediatamente a toda la población vía mensaje a los celulares.