Santo Domingo.- Las organizaciones de comerciantes y transportistas de las provincias de Dajabón, Elías Piña, Pedernales y Jimaní se reunieron en Santo Domingo, en el Centro Bonó, para trabajar por defender, proteger y desarrollar el comercio transfronterizo.
Para ello se constituyeron en el Bloque de Asociaciones de Comerciantes y Transportistas Fronterizos que pretende generar espacios de diálogo con las autoridades competentes para que se solucionen las problemáticas y la supuesta “veda” que mantiene paralizados los intercambios comerciales.
En la reunión se concluyó que la falta de reglas claras, espacios de diálogo entre los gobiernos de ambos países, un estamento regulador en el orden jurídico, fiscal, en el sistema de transporte, en las relaciones de compraventa y en la logística de los mercados, son factores que se traducen en elementos que distorsionan la funcionalidad y desarrollo de los mercados fronterizos entre República Dominicana y Haití.
“De forma directa, esta situación afecta al sector comercial, tanto dominicano como haitiano, que asiste a los mercados y que nunca sabe qué nuevo incidente paralizara o pondrá trabas a su mercancía”, explica el comunicado del nuevo bloque.
Indica que el clima de inestabilidad y la desregulación de los principales puertos comerciales terrestres de República Dominicana en sus relaciones con Haití, se ve afectado por no tener establecidas unas medidas tendentes a asegurar su buen funcionamiento.
“Debemos de recordar que por los 14 mercados fronterizos terrestres se produce un beneficio económico indirecto para miles de familias en todo el país y de forma directa repercute en una población de 211,160 habitantes, en los municipios de las provincias de Dajabón, Elías Piña, Jimani y Pedernales, que presentan los mayores índices de pobreza de la República Dominicana”, agrega el comunicado enviado por el Centro Bonó.
Explica que por este motivo, desde el recién constituido Bloque de Asociaciones de Comerciantes y Transportistas Fronterizos se pide de manera urgente la apertura de un espacio de diálogo binacional que rompa la “veda” creada en el intercambio comercial, se incorporen al mismo a los agentes comerciales y del transporte que operan en la frontera y se busquen soluciones conjuntas a las diferentes problemáticas. Para ello, todos los actores constituidos en el Bloque están dispuestos a luchar y defender el comercio fronterizo, del cual dependen miles de familias en todo el país, para crear un clima de respeto a las relaciones económicas, sociales, culturales y de comercio que cotidianamente se generan entre los habitantes residentes a ambos lados de la frontera.