Con bombas lacrimógenas fue dispersada por la Policía Nacional la marcha que realizaban ayer domingo los peregrinos de El Seibo y otras organizaciones campesinas de esa comunidad, que exigen respuesta por parte del Gobierno sobre el desalojo del que fueron víctimas de las tierras que ocupan desde 1975.
Al menos ochos personas resultaron heridas en el altercado entre los manifestantes y agentes de la policía, que con bombas lacrimógenas les cerraron el paso hacia la casa de Gobierno.
La marcha se realizó debió a que, según los campesinos, el Gobierno no ha empezado la medición de terrenos en disputa en El Seibo, como se los había prometido la semana anterior el ministro Administrativo de la Presidencia, José ramón Peralta, como primer paso en busca de solución al conflicto.
Entre los heridos durante el enfrentamiento se encuentra Antonio Masferrer, un residente Gran Santo Domingo que se unió a la protesta en apoyo a los campesinos, que luego de marchar seis días a pie desde El Seibo, establecieron a finales de octubre un campamento afuera del Palacio Nacional hasta que fueron desalojados durante la madrugada.
Entre los manifestantes golpeados también se encuentra la monja Mariza Folgdo, cuya orden ha dado apoyo y alojamiento a los campesinos. Aseguró que los agentes la agredieron para impedir que grabara con su cámara el enfrentamiento.
“Nosotros ni violentamos ni hicimos nada, nosotros estamos tomando evidencias con mi celular y la cámara y comenzaron a tirar bombas de humo y eso no permitió que uno pudiera grabar bien, ahí aprovecharon los policías y comenzaron a írsenos encima empujándonos”, narró la monja Folgado.
Tras el altercado, los agentes permanecían apostados en los alrededores del lugar donde se encontraban los peregrinos y habían cerrado algunas calles.
Los peregrinos reclaman más de 20 mil tareas, dentro de las parcelas 119A, 119B, 116 Y 115 del distrito catastral 38-5, de esa comunidad.
Esas tierras eran ocupadas por más de 600 familias, que aseguran, fueron brutalmente desalojadas y apresadas y algunos miembros fueron hasta asesinados. Hoy son víctimas de una profunda represión que les hizo alzar su voz y realizar una peregrinación el pasado 21 de octubre desde la comunidad La Culebra, del Seibo hasta el Palacio Nacional.
Durante este trayecto los peregrinos han denunciado abuso por parte de las autoridades, que en su intento de amedrentarlos les han propinado golpes, lanzado bombas lacrimógenas y desalojados de los campamentos provisionales montados en el transcurso de su ruta, incluso frente al Palacio Nacional.