La guerra de las mujeres por el ejercicio pleno de los derechos que históricamente se les han negado, ha enfrentado enormes retos a lo largo de la historia. Pero el proceso ha introducido nuevos elementos que empiezan a preocupar a mujeres que estudian con profundidad el tema.
Una de las féminas que observa con cuidado el tema es Raquel Rosario, especialista del feminismo que actualmente concluye el doctorado en el Centro de Investigación de Género y Violencia en Inglaterra. A propósito de que mañana se conmemora el Día de la Mujer, la activista ofreció su perspectiva sobre los retos de la mujer, la lucha feminista en el contexto actual.
- ¿Cómo llegas al movimiento feminista?
Desde muy pequeña me llamaba la atención el tema de las injusticias y los derechos humanos. Cuando tenia seis o siete años, participé en el proyecto de sensibilización y movilización nacional sobre los derechos de la niñez que se denominó “El País Que Queremos: La Niñez Tiene la Palabra”, auspiciado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF. A esa edad también empezó mi carrera en los medios, porque participé en el programa televisivo del proyecto, que consistía en un noticiero presentado por niñas y niños, que procuraba concientizar a la niñez sobre nuestros derechos. Estudie Derecho en la UASD, pero no lo terminé. Mi visión era convertirme en una abogada de derecho internacional que litigase a favor de las mujeres y las niñas. Todavía trabajo en los derechos de las mujeres desde diferentes ángulos, por lo que no descarto concluir mi carrera y graduarme como abogada.
- ¿A que te dedicas profesional y académicamente?
Estoy concluyendo mi doctorado en el Centro de investigación de Género y Violencia en Inglaterra. Trabajo en una organización para mujeres con problemas de adicción a la cocaína y a la heroína. Siempre he trabajado la violencia contra la mujer, así que el tema de las drogas me resulta relativamente nuevo. Pero pronto te das cuenta que la mayoría de las mujeres con adicción a las drogas han sufrido muchos abusos y violencia desde la infancia. Al margen de eso, he desarrollado mi carrera como escritora. Escribo para The Times, The Telegraph, Newsweek y Al Jazeera, entre otros. En la República Dominicana y desde hace muchos años, mi casa para escribir es el periódico El Caribe, lo cual agradezco inmensamente.
- ¿El feminismo significa que la mujer sustituye el papel del hombre?
No. El feminismo busca es que todas las personas, de ambos sexos, tengan derecho al libre desarrollo de su personalidad en igualdad de condiciones y oportunidades. Eso implica acabar con la discriminación por sexo, con la violencia y los estereotipos sexistas que restringen la libertad tanto de mujeres como de los hombres.
- ¿Cuáles son los retos del feminismo, socialmente hablando, en temas laborales, participación política…?
La batalla por la liberación de las mujeres tiene muchas vertientes que nos afectan a cada una de manera diferencia. Las mujeres rurales enfrentan desafíos que las empresarias no tienen. A nivel internacional, el feminismo en la India tiene que tomar en cuenta el sistema de castas. En España tienen un sistema prostitucional en el que 1 de cada 3 españoles es prostituidor. En países como Corea del Sur y Bangladesh tiene un problema grave con los abortos selectivos de fetos hembras. La mutilación genital femenina todavía existe en países como Somalia y temáticas como la violencia obstétrica existen en todos los países, incluyendo en la Republica Dominicana. Lo que tienen en común estas desigualdades es que comparten un eje común (el sexo), y si cedemos este punto, ¿cómo deconstruimos todo lo anterior?
- En los últimos años, tu trabajo se ha enfocado mucho en el tema de la identidad de género. ¿Por qué?
La identidad de género, que muchas personas reconocen como el “tema trans” o la también llamada “ideología de género” es un asunto de alta política. Sus repercusiones afectan casi todas las esferas de la vida pública y privada. A veces es difícil desenmarañar este entramado, especialmente porque son políticas y estrategias que se manejan con absoluto hermetismo y a espaldas de la población, pero están ahí. Por ejemplo, poca gente sabe que, aparte de los problemas migratorios que conllevaría, el Proyecto de Ley de Trata y Tráfico remitido por el Poder Ejecutivo el 12 de diciembre del 2022, es en realidad una Ley de Identidad de Género.
- ¿Cuál es la diferencia entre estos conceptos?
El sexo es nuestra biología y es una realidad material tangible. El género fue el término con el que el feminismo reconoció la desigualdad entre hombres y mujeres en la sociedad. ¿Por qué a las mujeres les pagan menos por igual trabajo? ¿Por qué se les enseña a los niños que deben reprimir sus emociones? ¿Por qué tienen que ser las mujeres las que tengan que cargar con todos los cuidados? Este conjunto de estereotipos sexistas se denominó género. Poco a poco se ha ido invisibilizando el sexo dentro de las políticas públicas, para universalizar el concepto género. Ahora bien, dentro de ese proceso de remplazo sistémico de un concepto por el otro, el activismo trans decide promover la idea que el género en realidad es una identidad. “Yo soy una mujer, porque yo me identifico como mujer.” Entonces, para promover esta visión, se han iniciado una serie de acciones estructurales que incluyen la cooptación de organizaciones e instituciones que deberían abogar por los derechos de la mujer. Por eso en países como España, es el mismo Ministerio de Igualdad que promueve la idea de que ser mujer es una identidad y un sentimiento.
Esto representa un problema existencial para el feminismo porque, si el propósito del movimiento es abogar por los derechos de las mujeres, pero cualquier persona puede identificarse como mujer, entonces no existe sujeto político a reivindicar. En términos prácticos, eso significa que las ganancias históricas del movimiento como, por ejemplo, la categoría femenina de los deportes, la recolección desagregada de datos estadísticos, la segregación de recintos penitenciarios, las casas de acogida, y las plazas reservadas para mujeres están siendo infiltradas e invalidadas por varones que se identifican como mujeres.
Hasta la fecha tenemos constancia de, por lo menos, tres políticas públicas nacionales de identidad de género propuestas por este Poder Ejecutivo, sin que se le explique a la población en qué consiste este tema ni sus implicaciones. El propósito de estas iniciativas es borrar la variable sexo de los estatutos jurídicos dominicanos.
- ¿Cómo afecta el conflicto sexo versus identidad de género a la República Dominicana?
Analicemos con detenimiento las ramificaciones de la aplicación del Proyecto de Ley de Trata y Trafico sometido por el Poder Ejecutivo, en su Título I, sobre los Principios y Enfoques Rectores. Desde hace varios años, el actual gobierno tiene instrumentalizando su Proyecto de Ley de Tráfico para adoctrinar servidoras públicas sobre el tema trans. Por ejemplo, en julio del año pasado, el Ministerio de la Mujer convocó con carácter de obligatoriedad a su personal para participar en talleres sobre “Garantes de Derechos en la Atención”.
Estos talleres fueron desarrollados en conjunto con la organización inglesa Save the Children, que se supone debería abogar por los derechos de la niñez. La trata de personas afecta en su gran mayoría a mujeres y niñas, pero dentro de los talleres, lo que se impartieron fueron directrices sobre cómo priorizar el tema trans dentro de las atenciones que brinda el Ministerio de la Mujer. En Inglaterra, el feminismo ha sacado las garras y no ha permitido que el gobierno borre los derechos basados en el sexo, que consideran una conquista en la que radican todos sus demás derechos. ¿Por qué organizaciones internacionales como Save the Children vienen a imponer aquí lo que no les permiten imponer en sus países?
La actual Ley 137-03 sobre Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas reconoce que la mayoría de las víctimas de trata son mujeres, niñas, niños y adolescentes, pero esta ley ya no la quieren. La actual también arremete contra la discriminación por sexo, no solo en sus Considerandos, sino en la sección sobre Hechos Punibles. De hecho, la actual Ley de Trata reconoce “la feminización de la migración laboral en los países de origen”, es decir, que afecta desproporcionalmente a las mujeres y niñas. La propuesta del actual Poder Ejecutivo neutraliza esta realidad, sustituyéndola por la identidad de género.
De igual manera, el Proyecto de Ley del Sistema Integral de Violencia contra la Mujer, sometido por el Presidente Abinader el 12 de diciembre del 2022, tiene prácticamente los mismos defectos que salieron a la palestra publica con el Proyecto de Trata y Tráfico. Incluyendo el hecho de que este también es una Ley de Identidad de Género.
De manera transversal, la actual Ley 24-97 sobre Violencia Contra la Mujer reconoce a la mujer como un ser humano, en base a su sexo biológico, a la vez que sanciona la discriminación por sexo, y por eso también quieren reemplazarla. Con el Proyecto de Ley de Violencia contra la Mujer se ha estado jugando un futbol político desde hace más de una década. El senador de San Juan de la Maguana, Félix Bautista, tiene más de diez años de manera democrática, diligente y sin buscar pantallas, intentando consensuar este proyecto con todos los sectores de la población. A los organismos internacionales, y sus acólitos nacionales, no les interesa el resultado de estas consultas democráticas y es por eso que, de manera paralela, el Presidente Abinader remitió su propia versión de acuerdo a las directrices impuestas por actores externos, ajenos a la realidad local.
Respeto y celebro muchas de las iniciativas de este gobierno. En particular admiro que haya tronchado el poder hegemónico que tenían algunos partidos en la política dominicana. Pero habrá que preguntarle al Presidente Abinader si a él lo eligieron para proteger la soberanía del pueblo dominicano, o para promover agendas ocultas e intereses externos.
- ¿Cuáles son las directrices de las organizaciones internacionales?
A nivel internacional, las directrices respecto al tema trans dictan que el tema de identidad de género debe esconderse dentro de proyectos de ley que tengan mayor aceptación en la población, porque si se introducen de manera explícita, la gente los objetaría. Una firma de abogados internacional publicó en noviembre 2019 un reporte titulado “¿Solo Adultos? Buenas Prácticas para el Reconocimiento de Género en Menores”, en el que enfatizaron este punto y que, para poder imponer este tema con éxito, los gobiernos deben prevenir a como de lugar su cobertura en los medios de comunicación. Es decir, controlar a comentaristas y lideres de opinión.
Esta temática se introduce en proyectos de ley populares para luego presentar a quienes se atrevan a disentir como antiderechos. ¿Qué persona sensata podría estar en desacuerdo con la debida protección a víctimas de trata de personas? ¿Quién va estar en desacuerdo con un proyecto de ley para proteger a las mujeres de la violencia machista?
- ¿Cómo afectan las políticas de identidad de género a la niñez?
Las implicaciones de estas políticas para la niñez son peligrosas, porque uno de sus propósitos principales es fomentar la idea de que existen niñas y niños que nacen “en el cuerpo equivocado”, y que para “corregir” este supuesto error, deben ser sometidos a tratamientos hormonales y quirúrgicos experimentales e irreversibles.
Dentro de la República Dominicana, ya existen organizaciones vinculadas con funcionarios del gobierno del Presidente Abinader cuya misión es promover que las niñas rechacen su cuerpo y que internalicen la idea de que en realidad son varones. Estas organizaciones ya han empezado a hacer “jornadas de sensibilización” sobre una problemática que prácticamente no existe a nivel local y representan el preludio de las llamadas clínicas de género donde se medican menores de edad. Estas organizaciones están creando un problema social para que venga el capitalismo a solucionarlo y el marco legal para abrirle paso lo están emitiendo desde el Palacio Nacional.
La sociedad reconoce que la niñez no tiene el desarrollo cognitivo y socioemocional suficiente para decidir conducir carros, para comprar y consumir alcohol, ni para ejercer el derecho al voto. Y esas acciones son puntuales o temporales. Mientras que en el tema trans, la medicalización y las operaciones quirúrgicas a menores de edad representan decisiones permanentes e irreversibles. Inyectarle cantidades industriales de testosterona a una niña o de estrógeno a un niño, es tergiversar su desarrollo físico, cognitivo y socioemocional para toda la vida. Específicamente en lo que se refiere al punto de la niñez, la gran mayoría son niñas y adolescentes con problemas de depresión, autistas, con desórdenes alimenticios o de familias y entornos disfuncionales. Muchas han sido víctimas de violencia, incluyendo la violación, y este lobby mercenario les vende la idea de que, si tan solo pudieran escapar su sexo biológico, podrán escapar de la opresión.
Podremos jugar con nuestra personalidad y nuestra vestimenta, pero cambiar de sexo es imposible porque el sexo biológico habita en cada célula de nuestro cuerpo y en nuestra estructura ósea también. Pocas cosas son tan perversas como venderle a un niño o a una niña la idea de que su cuerpo es su enemigo, y precisamente de eso se ocupan intencionalmente las políticas de identidad de género.
Para detallar, cuando hablamos de la llamada “niñez trans”, estamos hablando de niñas y niños que se enfrentan a riesgo desproporcional de desarrollar cáncer del útero, prolapsos vaginales, problemas del tracto urinario, enfermedades cardiovasculares (como los coágulos de sangre y apoplejía), una disminución drástica de la mineralización de sus huesos y osteoporosis temprana, entre otros problemas de salud crónicos. La “niñez trans” que algunos sectores celebran como un avance progresista, no solo pierde en muchos casos su fertilidad, sino que pierde de por vida su derecho al eventual disfrute de la sexualidad, porque sus órganos reproductivos no maduran y quedan atrapados en cuerpos preadolescentes. ¿A quién le beneficia tener personas legalmente adultas atrapadas en cuerpos preadolescentes?
- ¿La Orden Departamental no. 33-19 sobre la igualdad de género no servía para prevenir esto?
Al contrario, la Orden Departamental No. 33-19 fue depositada para abrir una brecha por donde promover que niñas y niños rechacen su sexo. El Ministro de Educación, el maestro Ángel Hernández Castillo, actuó correctamente al derogarla, porque ésta chocaba frontalmente con la Ley General de Educación 66-97 que, de manera explícita en su Título XII sobre Disposiciones Generales y Transitorias, promueve la igualdad entre los sexos, con aplicación tanto al estudiantado, como al personal que trabaja en centros educativos.
Es decir, que cuando se argumenta que sin Orden Departamental 33-19 no hay educación en igualdad dentro de la República Dominicana, se está expresando una insensatez bastante burda. Es deshonesto porque la igualdad entre niñas y niños en el ámbito educativo esta codificada, en blanco y negro, en la Ley 66-97, aprobada por el Consejo Nacional de Educación, y con muchísimo más peso que una simple Orden Departamental.
- En estos momentos el tema en la palestra publica es el Código Penal. ¿Representa un avance o un retroceso?
Una de las razones por la que los organismos internacionales, y sus acólitos locales, no quieren saber del Proyecto de Ley del Código Penal, es porque éste reconoce y cementaría los derechos basados en el sexo, es decir, en la biología. Aparte de ese punto, representaría significativos avances a favor de los derechos de la mujer.
Por ejemplo, y solamente en materia de violencia, el nuevo Código introduciría la tipificación del feminicidio, contempla un aumento de las penalidades contra las violencias machistas, establece acciones preventivas respecto a las órdenes de alejamiento, se reconoce el cumulo de pena, que es un punto analizable, pero que evidencia la atención que se le está dando a la violencia en el país, entre otros aspectos importantes.
- ¿Estás de acuerdo con las tres causales?
Si. Pero las tres causales llevan desde el 2006 trancándole el paso al Código Penal, que es un clamor de la población. Sin establecer frías comparaciones, lamentablemente, es un hecho que todos los años mueren más mujeres y niñas a causa del crimen y la inseguridad, que a causa de abortos clandestinos. Todas representan una tragedia inconmensurable, pero las mujeres abatidas por la delincuencia, también tenían derecho a la no violencia, a la salud, a la dignidad, a su integridad y a vivir en paz.
Toda persona dominicana con suerte, ha sobrevivido o tiene familiares cercanos que han sobrevivido un atraco en el que casi pierde la vida, pero muchos lamentablemente son asesinados. Esas son situaciones escalofriantes que traumatizan a la población entera. Llega un punto en que hay que poner el interés nacional por encima del interés personal, y el tema de la delincuencia resulta inaguantable. El nuevo Código Penal está ahí para dar respuesta. No es justo tener esta pieza legislativa secuestrada dos décadas, especialmente cuando pueden existir otras opciones para subsanar este impasse.
Los organismos internacionales tienen un interés particular en presentar el tema de las tres causales como el principio y el fin de los derechos de las mujeres en la República Dominicana, porque esa narrativa les resulta conveniente para otros propósitos, pero es una mirada sesgada.
- En algunos países, como España, Brasil, Noruega han empezado a perseguir disidentes por este tema. ¿Peligra la libertad de expresión en la Republica Dominicana?
El 8 de marzo del 2021 este gobierno, en alianza con Opción Democrática, introdujo una propuesta para penalizar las disidencias respecto a tema de la identidad de género con multas de RD$100,000 y 30 años de cárcel. La propuesta del supuesto “crimen de odio” a ser introducida en el nuevo Código Penal expresa: “Quien directa o indirectamente fomente, promueva o incite conductas de odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo o una persona por razón de identidad de género será penalizado con penas de treinta años de prisión mayor y multas de hasta cien salarios mínimos”. ¿Cómo se promueve el odio de manera indirecta? La República Dominicana no es un país de gente multimillonaria y la gran mayoría de la población nunca en su vida ha siquiera escuchado el término “identidad de género”. Esta propuesta demuestra autoritarismo y una falta de análisis de la realidad local. Aparte de esto, la gran mayoría de las críticas a las políticas de identidad de género vienen dentro del mismo movimiento feminista que se ha dado cuenta de sus implicaciones. Es decir, en su mayoría son mujeres las que se querellan contra este tema.
El Presidente Abinader es un hombre. El diputado José Horacio Rodríguez también es un hombre. Ambos sabían perfectamente que ese régimen sancionador y esa mordaza, de ejecutarse, iba a parar en la boca de mujeres disidentes. ¿Qué buscan dos hombres manipulando el poder del Estado para amenazar feministas con 30 años de cárcel? ¿No atentaría una multa administrativa de RD$100,000 y 30 años de cárcel contra el derecho a la participación política, a la dignidad y a la libertad de expresión de las mujeres? ¿Amenazar mujeres con meterlas presas por disentir representa el cambio y la buena política? Desconozco el estado actual de esta propuesta, pero este tipo de intentonas autocráticas suelen hacer metástasis, así que habrá que analizar con el peine más fino el Proyecto de Ley de Libertad de Expresión y Medios de Comunicación, con énfasis especial a lo que esto significaría para los periódicos y los programas radiales, así como sus ramificaciones para las redes sociales.
- ¿Por qué el lenguaje de las feministas a veces luce tan duro, casi violento…te parece que eso podría afectar la empatía que necesita esa lucha con la sociedad?
Las feministas somos seres humanos, igual que todo el mundo. Cometemos errores, metemos la pata, nos enfurecemos, se nos va el genio… Igual que todo el mundo. Yo sé lo que es escribir un artículo, enfurecida y echando chispas, y después de publicado, arrepentirme de cómo me expresé. Eso es humano. En este tema, he conocido miles de mujeres y hasta la fecha no he conocido una sola que sea perfecta (y me incluyo).
Ahora bien, en lo que se refiere a políticas públicas que afectan la totalidad de la población, existen algunas expresiones del movimiento feminista que a veces se desvían del rumbo y suelen alienar, en vez de atraer, simpatizantes. Por ejemplo, tildar de “antiderechos” a personas disidentes representa un problema. Descartar a las personas conservadoras como enemigos de los derechos de las mujeres, también representa un error estratégico.
- Ese punto es controvertido. ¿A qué te refieres?
El feminismo lucha por la liberación de todas las mujeres, incluyendo las que te caen mal. Muchísimas mujeres son conservadoras y también sufren violencia machista, son discriminadas por ser mujeres, les pagan menos que a sus compañeros varones, etc. Un movimiento por la liberación de todas las mujeres no puede descartarlas. Simplemente, no podemos darnos el lujo de rechazar frontalmente un segmento tan amplio como la derecha.
En el tema de las políticas de identidad de género, yo celebro que la derecha reconozca y busque proteger el derecho a categorías deportivas para mujeres, que la derecha defienda los derechos de la niñez, que se pronuncien en contra de varones infiltrando oportunidades anteriormente reservadas para las mujeres. El feminismo no puede ser que yo y mis tres amiguitas estemos de acuerdo. El feminismo con vocación de gobernanza participa en la construcción de políticas públicas y tiene que saber comunicarse con todos los sectores influyentes. Donde se puedan aunar esfuerzos, se aúnan. Y donde no, se discrepa, con argumentos sólidos y con respeto.