Varios actos delictivos ocurridos en el país han puesto en evidencia el poder que aún mantienen algunos reos en las cárceles, desde donde dirigen bandas y han planificado crímenes, asaltos, atracos, robos, estafas y otros hechos delincuenciales.
A propósito de que una de las hipótesis que manejan las autoridades sobre el atentado contra el expelotero David Ortiz es que se habría planificado desde la cárcel del 15 de Azua, preparamos un recuento de varios casos preparados desde recintos carcelarios en el país.
Por lo general, las actividades delictivas que se planifican desde las cárceles del país son realizadas a través de teléfonos móviles cuyo uso está prohibido en los recintos penitenciarios.
El asesinato del periodista Blas Olivo, el secuestro y posterior asesinato de Víctor Augusto Féliz Matos, el atentado contra el abogado y periodista Jordi Veras, el intento de asalto a la cárcel de Najayo, y el auto robo de 36 millones de pesos a un camión de transporte de valores, son cinco casos en los cuales han estado involucrados uno o varios presidiarios.
A estos hechos se suma una amenaza realizada a la periodista Alicia Ortega, también atribuida a reos, que aunque no llegó a materializarse, motivó una investigación de la Procuraduría General de la República.
Uno de los casos más recientes involucra al recluso Darbinson Vólquez Espinosa, a quien se le atribuye haber participado en la planificación del robo de RD$36 millones, sustraídos mediante un supuesto auto robo perpetrado en abril del año pasado, por los custodios del camión de transporte de valores G4S.
Según la Policía, Vólquez Espinosa, quien guardaba prisión desde hace un año en la cárcel de Barahona, organizó desde su celda, a través de su teléfono celular, la logística para que sus cómplices sustrajeran las 14 valijas que contenían los 36 millones de pesos.
Asimismo, un intento de asalto al centro de corrección de Najayo-Hombre, ocurrido en octubre de 2014, se determinó que fue realizado con la participación de varios reos de ese recinto y de La Victoria
Las investigaciones de las autoridades policiales determinaron que reclusos de Najayo mantenían comunicación, vía celular, con internos de La Victoria, para orquestar el asalto, en cuyo intento murieron cuatro internos y dos agentes penitenciarios. Las armas que se usaron en ese hecho fueron introducidas al penal por una persona discapacitada, a través de una prótesis. La idea era lograr la fuga de algunos reos, condenados por asesinato y sicariato.
El intento de asesinato del reconocido abogado Jordi Veras Rodríguez, también fue planificado entre reclusos desde la cárcel de Rafey por orden del ex esposo de Miguelina Llaverías, Adriano Román Román.
El atentado fue llevado a cabo por un grupo de supuestos sicarios, compuesto por un policía activo y dos ex policías, que exigieron la suma de 2.5 millones de pesos. Adriano Román le ofreció 1.5 millones, suma a la que accedieron, sin embargo cuentan los informes de prensa que solo llegaron a cobrar 200 mil pesos en billetes de 20.
En el caso del expelotero David Ortiz, una fuente dijo a CDN que un recluso de ese penal sería el que recibió los 400 mil pesos y fue encargado de contratar a la banda que perpetraría el hecho, que fue consumado el pasado domingo en un bar de Santo Domingo Este.
Los investigadores de la Policía y del Ministerio Público se trasladaron la tarde del miércoles al penal 15 de Azua, para sacar al recluso y proceder a interrogarlo. Sobre este caso, la sociedad aún espera detalles.