La magistrada Miriam Germán Brito, quien pidió a la Suprema Corte de Justicia ser excluida de todo lo relacionado al proceso que se sigue con relación al caso Odebrecht, aclaró que mantiene una relación de amistad con el administro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, pero que esa amistad no es la que pone el código como causa de inhibición, ni de recusación. La magistrada dio inicio a la audiencia del conocimiento de apelación a las medidas de coerción.
Previo a iniciar la audiencia donde se conoce la apelación de las medidas de coerción que interpusieron 10 de los 13 imputados por el caso Odebrecht, la presidenta de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, pidió disculpas ante el tribunal y reconoció que su desición fue apresurada ante afirmaciones que calificó como mal intencionadas. Se refiere a rumores de que habría sostenido una reunión con Díaz Rúa, luego de haber sido interrogado por la Procuraduría como parte de las investigaciones por el caso.
“Esta amistad no me condicionó a mí cuando él tuvo un proceso para opinar contrario a lo que fueron sus intereses. Así es que estoy aquí en disposición de conocer este asunto y si algunas de las partes tiene una objeción a mi presencia, que deposite su objeción por Secretaría para darle lectura y hacerla pública”, manifestó la magistrada Germán Brito.
Luego de sus declaraciones, la magistrada explicó el método de desarrollo del proceso, para luego dar inicio a la audiencia, pasadas las 9:00 de la mañana.