El Ministerio Público recusó este lunes a dos de las juezas que conocen el caso Odebrecht, al considerar que con las últimas decisiones emitidas “ha habido un giro sorprendente que huele a impunidad”.
Se trata de las magistradas Tania Yunes y Jissele Naranjo, integrantes del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, contra quienes el órgano acusador pide que se aparten del proceso y en su lugar se designen a otros jueces. La presidente del tribunal, Esmirna Giselle Méndez, no fue recusada.
El titular de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), Wilson Camacho, dijo en audiencia, al momento de hacer la recusación, que en las decisiones que ha dado Yunes y Naranjo, han tenido un “giro extraño que envuelven impunidad”.
La recusación se da, luego de que por mayoría de votos (los de Yunes y Naranjo y con el disidente de Méndez) el tribunal excluyó del juicio, a petición del defensa de cuatro imputados, el testimonio de Julián Rojas, un testigo del Ministerio Público, que previamente habían aceptado.
Tanto Yunes como Naranjo no aceptaron la recusación. Las juezas indicaron que no hay ningún supuesto para ser apartadas del proceso.
Yunes dijo que las ediciones que dice Camacho “huelen a impunidad”, han sido tomadas en su mayoría por las tres juezas integrantes del tribunal y conforme a Derecho y aplicando la ley de forma correcta.
Dijo que, si el motivo de la recusación es que son parciales, entonces, esa premisa “se cae en cascada”.
De su lado, Naranjo precisó que, como lo estableció el propio Camacho, ha habido decisiones que favorecen a la defensa y otras al Ministerio Público, por lo que “resulta cuesta arriba” el motivo de la recusación.
La presidenta del tribunal, Esmirna Giselle Méndez explicó que, como establece la norma, no hay cuórum para decir sobre la recusación de sus compañeras, pues no puede hacerlo sola, y en ese sentido será remitida el acta de audiencias a la Corte de Apelación del Distrito Nacional para que emita un fallo al respecto.
Explicó que como la recusación se le da un tratamiento como si fuera un incidente, entonces, para dar oportunidad de que la Corte decida, el caso queda suspendido hasta el próximo jueves 11 de marzo.