El presidente Danilo Medina dijo que el Gobierno promueve acciones urgentes de siembras de árboles en las zonas devastadas, que contribuyen a proteger el país de la carencia del agua indispensable para satisfacer las necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas.
En un mensaje con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua, el jefe de Estado invitó al pueblo dominicano a unirse a los proyectos de desarrollo agroforestal que permitirán recuperar más de 700 mil tareas de bosque; así como a dar un uso racional al agua, evitando fugas y desperdicios. Medina recordó la exhortación que, con insistencia, transmitía el destacado radiodifusor Pepe Justiniano: “El agua es vida, no la desperdicies”.
En ese contexto, afirmó que existe una estrecha relación, que no se debe soslayar, entre la calidad de los recursos hídricos, la seguridad alimentaria, la salud humana, el desarrollo social y económico y la prevención de desastres naturales y que dichos factores son determinantes para el bienestar social y la productividad de los pueblos.
Pese a los esfuerzos desplegados por los gobiernos, las estadísticas actuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), revelan que hoy día 2,100 millones de personas carecen de acceso al agua potable y 4,500 millones no poseen un saneamiento seguro para consumirla.
Solo en el 2017, declarado en República Dominicana como Año del Desarrollo Agroforestal, se plantaron unos 9,127,000 árboles forestales y agrícolas en 124,975 tareas de tierra. Estos resultados fueron logrados a través de proyectos de desarrollo agroforestal en las cuencas hidrográficas del Sur, la mayor iniciativa de la historia dominicana en la que Gobierno y comunitarios demuestran que el desarrollo de la gente y la preservación del medioambiente pueden ir de la mano.
Medina dijo que es consciente de que para resolver el problema del medio ambiente era necesario, a la vez, resolver los problemas de las personas que viven en esos territorios y que anteriormente se veían obligados a recurrir al conuquismo y la tala de árboles para sobrevivir. Desde 1992, cada 22 de marzo, por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se celebra el Día Mundial del Agua para responder a la necesidad vital de encontrar respuestas a la marcada carencia de este líquido en diversos lugares del planeta.