SANTO DOMINGO.- La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, señaló que la desigualdad social es una barrera para erradicar la pobreza, la ampliación de la ciudadanía y la gobernabilidad democrática, por lo que sugirió fortalecer los programas de protección social y aumentar la eficiencia de estos, para llegar cada vez a más personas en situación de vulnerabilidad.
Sostuvo que la reducción de la desigualdad tiene que convertirse en la propuesta prioritaria de todo proyecto político ocupando la primacía de los programas electorales, tal y como hacen los gobiernos con el crecimiento económico medido por el Producto Interno Bruto (PIB).
La también coordinadora del Gabinete de Políticas Sociales (GCPS) reaccionó así ante dos estudios recientes publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que indican que el país retrocedió en materia de desigualdad social.
Para enfrentar ese flagelo, el informe de la CEPAL recomienda aumentar los salarios; mientras el PNUD lo vincula, además del bajo ingreso, a un mayor acceso a servicios sociales y una mejora en el gasto público, por lo que la Vicepresidenta entiende son puntos esenciales para el debate nacional.
“La realidad socioeconómica de la República Dominicana, al igual como sucede en gran parte de la región, es una mezcla entre satisfacción y pesimismo. Lo primero obedece a los importantes avances que hemos alcanzado en la última década, que se reflejan en una mejora de las economías, la institucionalidad política y social, y de los principales indicadores del bienestar. El pesimismo, por el otro lado, proviene de los grandes retos que enfrentamos como región y como país, especialmente desde el año 2015, que se han presentado retrocesos en materia de pobreza extrema”, manifestó Margarita Cedeño.
La Vicemandataria dijo que el informe del PNUD coincide con la situación de un conjunto de municipios y provincias del país que no han recibido el desarrollo económico al mismo ritmo que las comunidades más privilegiadas, y se observan serias brechas sociales entre ricos, pobres, mujeres, hombres, jóvenes, adultos y personas con y sin discapacidad.
Sostuvo que el PIB de un país es una medida muy limitada para reflejar el bienestar de una sociedad, por lo que entiende habría que construir un conjunto de medidas que reflejen las principales inquietudes de lo que llamó la nueva economía.