El movimiento Marcha Verde realizó ayer un piquete frente a las oficinas de Odebrecht en la calle Pedro Henríquez Ureña casi esquina Abraham Lincoln de la capital exigiendo que sean cancelados los contratos de esa empresa en el país.Los manifestantes pidieron que el Gobierno expulse de la nación a la multinacional brasileña, y que el dinero que se recupere de los contratos sea invertido en obras sociales. Entienden que “la permanencia de la constructora en el país es una violación a la ley, la Constitución y la dignidad de los ciudadanos que están exigiendo el fin de la impunidad”.
Adelantaron que esa protesta fue un calentamiento de cara a la marcha nacional que pretenden realizar del 16 de julio. Expresaron que la ley prohíbe que el Gobierno mantenga relaciones con una empresa, cuyos propietarios estén relacionados con casos de corrupción. Calificaron a Odebrecht como “una empresa mafiosa que ha confesado el uso de sobornos para la construcción de obras públicas.