Con el pacto social y del agua, así como con la reforma fiscal y de la Policía, pretende acabar con problemas históricos
En los diez meses de Gobierno del presidente Luis Abinader, cuatro reformas han sido planteadas y forman parte de una agenda a corto, mediano y largo plazo. Todas tienen algo en común: acabar con problemas históricos, que arrastran intentos de solución de los jefes de Estado de turno, pero que han fracasado o no han dado los resultados esperados.
Se trata de la reforma a la Ley 87-01 de Seguridad Social y al Código de Trabajo, que se concentra en el Pacto Social; la reforma en el sector agua, consignada en el Pacto por el Agua; la reforma policial, que se trabaja en una comisión y la reforma fiscal, que contempla la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo (END).
Las cuatro son retadoras y el camino para alcanzar las metas de cada una podría ser largo y difícil. Así lo ha reconocido el propio jefe de Estado y los actores que intervienen en ellas, cuando se ha dado el primer paso para comenzar a trabajar en las ejecuciones que deben contar, en gran medida, con el consenso de todos los sectores de la vida nacional.
Reforma a la Policía
En abril de este año, el presidente Luis Abinader juramentó a un grupo de trabajo para la transformación y profesionalización de la Policía Nacional, cuya misión principal es hacer un análisis de la estructura de la institución, producir las recomendaciones de rigor para una depuración del cuerpo, y proponer todas las soluciones dentro del marco legal e institucional. La comisión, que fue creada mediante el decreto 211-21, tiene un plazo de un año para presentar sus conclusiones.
Con esta reforma, el Gobierno pretende erradicar problemas que datan desde hace 50 años y a la cual se resisten los propios miembros de la uniformada, ha admitido el propio mandatario.
Todos los gobiernos de turno, luego de la fundación de la Policía, han intentado hacer transformaciones en ella, pero los esfuerzos se han esfumado. Los documentos registran planes de los expresidentes Joaquín Balaguer, Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina. Ahora trabaja en ello Luis Abinader, con la promesa de hacer un cambio “radical y para siempre”.
Seguridad Social y Código Laboral
La segunda reforma que presentó el Gobierno que encabeza Abinader fue el pasado 18 de mayo. Se trata del inicio del diálogo multisectorial, con apoyo del sector privado y sindical, que tiene como fin reformar el Código de Trabajo y la Ley 87-01 de Seguridad Social, para mejorar el ciclo del empleo y trabajo en el país.
Lo lidera el Ministerio de Trabajo, en cuyo seno se iniciarán discusiones en búsqueda de consensos para firmar un Pacto Social, ya que desde hace años se han comenzado diálogos en ese sentido, pero fracasan en el intento.
No tiene fecha establecida para lograrse, pero el Gobierno considera impostergable la revisión de ambas legislaciones para tratarlas de manera integral, ya que el Código de Trabajo está por cumplir 30 años y la Ley de Seguridad Social, que ha sido abordada y modificada varias veces, acaba de cumplir 20 años. Durante años, ha habido diferencias y conflictos laborales entre el sector empleador y sindical.
Sector Agua
La pasada semana, específicamente el lunes 14 de junio, Abinader presentó al país el Compromiso Nacional para el Pacto por el Agua (2021-2036), con el que se pretende universalizar el agua para que el recurso natural llegue a todos los hogares dominicanos en cantidad y calidad, haciendo una inversión de unos 8,500 millones de dólares.
La realidad del país en lo que tiene que ver con el suministro y la llegada de agua potable a los hogares es triste, según describe el mismo Gobierno. El problema, que es histórico, afecta la economía nacional, no permite que el país sea competitivo y además, mantiene a la población en penurias por la falta de higiene y por la aparición de enfermedades.
El Pacto por el Agua se discutirá con la mediación del Consejo Económico Social (CES) junto a todos los sectores para llegar a consensos.
La propuesta del Gobierno para conseguir este acuerdo nacional se fundamenta en seis ejes estratégicos que son: la gestión integrada e institucional del sector; la adecuada atención a la protección y conservación de las cuencas hidrográficas como espacio para la planificación del recurso; la gestión eficiente, resiliente y sostenida de la oferta y demanda hídrica, considerando los efectos de cambio climático; la priorización y uso estratégico del recurso en sus diferentes usos; la valoración del agua como un recurso básico e indispensable para la vida y por último, el suministro eficiente en calidad, cantidad y la oportunidad, adecuado a los servicios de agua potable y saneamiento.
Lograr la meta, según el Gobierno, podría tardar 15 años, más del tiempo de duración de esta Administración, a la que restan tres años y dos meses. Por ello, Abinader ha aclarado que la propuesta se ha creado con una política hídrica donde no interfieran los cambios de gobierno o de control político.
La reforma fiscal que tiene años de atraso
Aunque el Pacto Fiscal no es una propuesta de esta Administración, ya que lo contempla la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo, es un tema que está en la agenda del Gobierno y que se tiene para que entre en vigencia en 2022. La ley daba como plazo mayor tres años para que se iniciara un proceso orientado a reducir la evasión fiscal; elevar la calidad, eficiencia y transparencia del gasto público; elevar la eficiencia, transparencia y equidad de la estructura tributaria; consolidar en el Código Tributario los regímenes de incentivos; racionalizar los esquemas tarifarios en la provisión de servicios públicos; elevar la presión tributaria, para viabilizar el logro de los objetivos de desarrollo sostenible formulados en la END; cumplir con los compromisos asumidos en los acuerdos comerciales que tienen implicaciones fiscales, y elevar el ahorro corriente e implementar políticas contracíclicas. Con este tema, el país tiene años de atraso.