Especialistas advierten de las consecuencias en falta de vacunación y cuidado posparto de migrantes detenidas

Además de la deportación, los recién nacidos enviados a Haití durante la implementación del protocolo de salud de las autoridades dominicanas por carecer sus padres de un estatus regular en el país, se exponen a tuberculosis y hepatitis b, así como a otras enfermedades prevenibles mediante la vacunación.

En el caso de las madres, de acuerdo a los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos hipertensivos del embarazo; infecciones relacionadas con el embarazo, el parto y el posparto figuran entre las causas obstétricas directas de muerte materna.

De acuerdo con el esquema nacional de vacunación, a las 72 horas de nacidos, los infantes deben recibir la vacuna BCG que disminuye el riesgo de tuberculosis y la hepatitis B para disminuir la transmisión vertical de madre a hijo. Los más de 48 menores de edad repatriados con 39 mujeres en condición de post parto, no podrán acceder a esa primera inmunización.

El no acceder a la inmunización no es solo porque ya no están en territorio dominicano, sino porque las condiciones sanitarias de Haití y el control que las bandas armadas tienen del territorio, tampoco lo permiten.

Si los cien nacidos no reciben la vacuna a las 72 horas o antes de los 15 días de nacidos, pudieran adquirirla a los dos meses cuando se le debe suministrar la pentavalente, que protege de difteria, tétanos, tosferina, meningitis, hepatitis y también tenemos la tenemos la neumococo que protege contra la neumonía, otitis.

Riesgo de brotes epidémicos

De acuerdo con las organizaciones que trabajan con población migrante en la República Dominicana, entre ellos, Williams Charpentier, coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados, los operativos migratorios no han funcionado ya que cerca del 85% de las personas repatriadas, regresan al país. Ese retorno es mediante redes de tráfico de migrantes, las cuales operan, en algunos casos, con apoyo de autoridades militares y policiales.

De ahí el temor de algunas personas de que en caso de que estas mujeres y niños regresen a la nación, entonces no acudan a centros de salud a colocar las vacunas a los menores de edad y se desaten brotes que República Dominicana tiene controlados gracias a la efectividad del programa de vacunación.

El infectólogo y exdirector del Hospital Robert Reid Cabral describió que en el protocolo de deportación creado por el Servicio Nacional de Salud (SNS) junto a la Dirección General de Migración (DGM) se debe orientar y explicar bien a las madres la necesidad de vacunar a los infantes.

“Si no le informamos a la gente y queremos hacer las cosas a la mala, no va resultar”, explicó el galeno al destacar el riesgo de que pueden surgir brotes de difteria, tosferina o meningitis.

Explicó que los tiempos establecidos para la vacunación de los infantes tiene por objetivo “mantener blindados a los niños, protegidos. Y, además, al mismo al país” porque mientras mejor cobertura de vacunación se tiene tenemos, se crea una barrera contra ingreso de enfermedades al país.

En Haití, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la tasa media de mortalidad por difteria desde el año 2014 ha alcanzado un 20,4%.

Onel, nombre ficticio de una migrante que reside de manera irregular en una comunidad al sur de la República Dominicana, dijo que está escondida en su casa y no sale, si quiera a colocar la vacuna del año que le corresponde a su hijo más pequeño por temor a volver a ser detenida por agentes de la Dirección general de Migración (DGM) y enviados a Haití.

Como ella, otros tantos migrantes han manifestado la misma posición.

En abril de 2021 el Ministerio de Salud Pública emitió alerta epidemiológica por la detección de casos de difteria de la cual se había documentado al menos ocho defunciones. En ese año se reportaron 41 casos probables, de los cuales 20 fueron confirmados.

El brote fue atribuido al debilitamiento de los programas de vacunación porque todos los esfuerzos estaban en contrarrestar el COVID-19, además de que las familias dejaron de ir a aplicar la inmunización a los hijos.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirma que Entre 2014 y 2023, se dieron 1.750 casos sospechosos de difteria, 470 casos confirmados y 96 muertes en Haití. En cuanto a la tasa de vacunación de los niños haitianos menores de 1 año que desarrollaron difteria, se encontró que el 43,4% ellos no estaban vacunados en el momento del diagnóstico, y se desconocía el estado de vacunación del 51,1%.

Riesgos para madres

Los riesgos en salud en estas repatriaciones, no solo alcanzan a los infantes; sus madres, igualmente corren riesgo ya que pueden desarrollar condiciones asociadas a la etapa en la que se encuentran. La más común, una eclampsia, condición que puede presentarse, incluso una semana después del parto.

“La hipertensión, eclampsia, preeclampsia, son las principales causas de muerte y claro, tú no puedes egresar una paciente que tiene la presión alta pero a veces debutan con los cuadros en el puerperio, en el posparto y esa es una posibilidad de que incremente la mortalidad”, explicó la ginecóloga y obstetra Lilliam Fondeur.

Describió que otro de los riesgos son las hemorragias e infecciones. Sobre este último punto, dijo que hay que ver las medidas de sepsis y antisepsia que tienen los vehículos en que transportan las migrantes y el lugar donde las alojan.

“Desde las tres de la tarde, nos tenían ahí en esa guagua sucia. Yo me senté y estaba parándome a cada rato porque tenía miedo que fuera tomar una infección con todo ese sucio y mal olor y uno sentado ahí desde las tres de la tarde hasta las 8:50 de la noche, sin comer nada”, comentó una madre adolescente, dominicana negra, quien dio a luz mediante cesárea en la maternidad San Lorenzo de Los Minas y llevada al centro de detención de migrantes en Haina, de donde fue liberada al día siguiente.

Madres haitianas con hijos recién nacidos, detenidas en operativos en los hospitales.

Riesgo de subregistro muerte materno-infantil

La doctora Fondeur, habló del estrés emocional del parto, más la angustia, la ansiedad y el miedo a la deportación, la depresión post parto, como cuestiones que pueden ir en detrimento de la salud emocional de estas mujeres.

“Si estas mujeres por una razón o por otra, mueren fuera del hospital, hay que ver si es cierto que la alcaldía les va dar una documentación para ellos poder sepultarlas”, señaló la doctora en referencia que esto puede dar pie a tener un subregistro de muertes materno infantil.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), a través de la campaña Cero Muertes maternas, afirma que “es clave asegurar cuidados maternos de calidad, inclusive durante las emergencias o crisis migratorias”.

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