El galeno insiste en prevenir los accidentes viales a través de la educación y aplicación de la ley
Basta permanecer cinco minutos en el balcón de la oficina del director del Hospital Traumatológico Ney Arias Lora, para apreciar toda clase de infracciones de tránsito que dan pie a la ocurrencia de accidentes viales que terminan en la sala de emergencia de este centro hospitalario: desde el motorista que lleva el casco protector apoyado en el tanque de gasolina hasta la camioneta que transporta un cargamento de madera en la cabina trasera amarrada con una frágil cuerda. Desde el peatón que se aventura a cruzar la peligrosa avenida Charles de Gaulle por donde circulan cientos de vehículos pesados a alta velocidad, hasta el motoconchista que viaja en vía contraria con dos pasajeros a bordo.
De esta manera, el doctor Amaury García Silverio, ilustra claramente por qué la República Dominicana ha llegado a ser el país más peligroso para conducir en carretera y mantiene un índice de siniestros viales de 41.7 muertos por cada 100 mil habitantes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El galeno aseguró que cada año perecen alrededor de cuatro mil dominicanos en accidentes de tránsito y que solamente en ese hospital se habían atendido 32 mil emergencias en el primer semestre.
¿Cuánto le cuesta un paciente traumatológico al hospital?
La revisión que hicimos en el primer trimestre arrojó que 120 pacientes que habíamos atendido en la unidad de cuidados intensivos nos consumieron RD$53 millones. Hemos visto otros cuatro pacientes que han consumido RD$3.7 millones, o sea, el trauma es una cosa escandalosamente cara. La única herencia que dejan los choques de tránsito es muerte o discapacidad, duelo y pobreza. Una persona que se le fractura el fémur y lo operan lo mínimo que necesita para volver a incorporarse a la vida laboral son tres meses, por la rehabilitación, que se curen esas heridas. Es decir, que el mejor negocio en el tema del trauma es evitarlo, es prevenir el choque de tránsito, con una agresiva campaña por parte de las autoridades de aplicación a la ley de tránsito. Debe dolerle en el bolsillo al que viola la ley. A los jóvenes, a los niños hay que enseñarlos cómo deben ir dentro del vehículo, con el cinturón de seguridad, cómo debe ponerse el casco protector. Este país ha llegado a ser el país número uno del mundo en accidentes y todo eso es un dilema que las autoridades de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) tienen obligatoriamente que ejercer la autoridad, que la violación de las leyes de tránsito deben traer como consecuencia una sanción. Ese desorden ahí afuera se refleja en la demanda que llega aquí adentro..
¿Cuál es la temporada alta de accidentes?
La cantidad de choques de tránsito es permanente, todos los días. En cualquier fin de semana donde la gente cobra, las emergencias nuestras se atestan. En definitiva, todas las épocas del año, días festivos, fines de semanas largos, donde hay pago, son temporada alta. A veces hablamos de que hay una enfermedad que está acabando como el dengue, la chikungunya, pero, óigame, aquí mueren alrededor de cuatro mil seres humanos cada año en accidentes.
Siempre se ha dicho que los motoristas son los más vulnerables ¿Qué dicen las estadísticas?
Los motoconchistas son un sector fundamental del transporte en el país. Indiscutiblemente que no se puede prescindir de los motoconchistas porque para salir de las riberas de los ríos, para poder salir de los callejones donde otros vehículos no entran, la gente tiene que usarlos pero tenemos que de los muertos que en el primer cuatrimestre de este año, hemos tenido 182 fallecidos, en el segundo cuatrimestre 154. No puedo decirle yo cuánto pesa en la familia de la gente que sufre esta desgracia. De ahí la importancia que tiene para nosotros conversar con ellos, para que vean que de los que fallecen el 60% son ellos. De cada diez, seis son motoconchistas.
¿En qué consiste la campaña educativa que llevan a cabo?
Con motivo de la semana aniversario sostuvimos un encuentro con 232 motoconchistas y a través de una donación se le dieron 118 cascos protectores. Está demostrado que el uso del casco protector está asociado a que el cerebro humano pudiera salir ileso hasta en 85% de los casos. Es un instrumento mandatorio en aquellas personas que viajan en una motocicleta. También conversamos con 253 estudiantes de las escuelas de los alrededores. Queríamos que los niños que son los que se montan con nosotros en la parte de atrás, nos eduquen. Cuando un niño te dice, mami ponte el cinturón, mira, el semáforo estaba rojo, mami, papá estaba tomando alcohol y en la escuela me enseñaron que no se debe tomar alcohol si uno está conduciendo. En fin, todas esas cosas yo creo que son fundamentales en la cartera de servicios de un hospital de trauma como este.
¿Qué servicios brinda el hospital?
A lo largo de todos estos años el hospital se ha mantenido con una tendencia a ser el hospital líder en el área de trauma por contar con recursos humanos de alta calificación. Tenemos 142 médicos de diferentes áreas: cirugías bucomaxilofacial, esto para las patologías de la cara, esos traumas faciales; cirugía general, básicamente los traumas a nivel de tórax y de abdomen; cirugías de ortopedia, todas esas fracturas de huesos largos, fémur, que son tan productores de hemorragias, y el área de la neurocirugía, en la que yo soy especialista, donde la mortalidad es muy, muy alta. El hospital ofrece servicios de laboratorio y al día puede procesar entre 400 a 500 pruebas; en el área de imágenes, tenemos Rayos x convencional, sonografía, ecocardiografía para los internos, tomografía, resonancia. A nivel de consulta se atienden alrededor de 400 pacientes diarios, pero en total atendemos 700 a 800 pacientes cada día. Actualmente tenemos 18 consultorios, y estamos proyectando 12 consultorios más
Cuáles son los retos por superar?
Una de las cosas que hemos tratado de insistir es evitar los rebotes como ha ocurrido en épocas pasadas, de pacientes que se rebotan por la emergencia; en el hospital Ney Arias Lora hemos dicho de forma muy clara que bajo ninguna circunstancia se puede rebotar un paciente. El médico tiene que atenderlo y si no es una situación de emergencia, simplemente orientar al paciente y enviarlo a consulta, si es un paciente que su condición no es de manejo de nuestro hospital lo estabilizamos, y nosotros mismos coordinamos su traslado. Hemos procurado que la gente se sienta abrazada por el hospital. Hay que tratar de adoptar la cultura de servicio que se está promoviendo en toda la red de salud pública del país con esta separación de funciones desde el año 2015, con la ley 123-15 que deja el papel de rectoría al Ministerio de Salud y los hospitales al Servicio Nacional de Salud (SNS). Todo esto ha traído como consecuencia que muchas personas, los cambios como tal, a veces no lo entiendan. El reto es establecer una cultura de servicio sanitario, el servicio en el área de salud no puede ser una opción, cuando es una obligación.