Para la Fuerza Nacional Progresista (FNP) el ejercicio de la política va más allá que enarbolar un discurso electoralista para la conquista del poder, y su vicepresidente, Pelegrín Castillo, así lo entiende: “Nosotros no vemos la política con un enfoque electoralista de decirle a la gente lo que quiere oír”. Al mismo tiempo se defiende y subraya que la organización no variará su posición. “Los hechos, los hechos, que son los que cuentan, no los resultados electorales, nos dan la razón, aquí y en el mundo”. El excandidato presidencial dijo que el PLD, partido del que su partido fue aliado por 22 años, debe ir preparando una estrategia de salida del poder “porque el ciclo político del PLD en el poder creo que está llegando a su fin”.
¿Por qué la Fuerza Nacional Progresista forma parte de un bloque de partidos con enfoques que chocan en temas como el migratorio y el derecho a la vida?
El orden político e institucional del país ha quedado severamente erosionado, menoscabado por las experiencias políticas recientes, especialmente el proyecto de reelección y el pacto reeleccionista. Eso debe interesarle a todos los actores políticos, independientemente, de que tengan coincidencias o diferencias. La Fuerza está coincidiendo en ese esfuerzo con las fuerzas de oposición, pero al mismo tiempo, está actuando en el Foro Permanente de Partidos Políticos, donde están las fuerzas de oposición y aliados al gobierno.
¿Es posible que esa alianza se mantenga para fines electorales?
Fuera de ahí nosotros no hemos tenido ninguna coincidencia con las fuerzas opositoras. Nos hemos concentrado en que el país cuente con órganos electorales confiables, creíbles, que se apruebe una nueva ley electoral y una ley de partidos que reflejen los mandatos de la Constitución. La crisis que hay actualmente tiene que ver con el incumplimiento de la letra y del espíritu de la Constitución del 2010.
A los partidos que hacen oposición lo critican porque no se unen para derrotar al PLD, ¿usted cree que tienen razón?
La Fuerza Nacional Progresista ha dicho que no se puede hablar de bloque opositor porque para que haya un bloque opositor, tendríamos que ponernos de acuerdo en cuestiones muy importantes. Para la Fuerza Nacional Progresista el tema prioritario ha sido, es y será el tema de la soberanía y en esa materia no cedemos. Por eso nos fuimos del gobierno, porque vimos en el gobierno, y vimos en el propio PLD, posiciones de claudicación, de concesiones entreguistas, que resultaban totalmente inadmisibles. El PLD por la incapacidad de administrar sus contradicciones internas y por otras razones, ha venido con una tendencia que lo puede colocar en la historia como el partido de la liquidación nacional.
¿Por qué el PLD se convertiría en el partido de la liquidación nacional?
Ahora mismo la República Dominicana está enfrentando el reto más importante desde que se fundó, nunca había enfrentado una situación tan compleja y tan adversa como la que estamos viviendo ahora. Las presiones externas están gravitando e impactando el orden interno del país y el PLD, partido de gobierno, por ser el que tiene más poder es el que tiene más responsabilidad de defender la soberanía. Este gobierno ha tomado una serie de decisiones que implican una concesión gravísima.
¿Cuáles medidas concretamente?
En enero del 2015, firmó un acuerdo con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, donde autorizaba la presencia militar sin restricciones en el territorio, pero afortunadamente el Tribunal Constitucional declaró nulo ese acuerdo. Eso solo, es un signo claro de lo que estamos diciendo. El embajador James Brewster antes de irse suscribió un acuerdo sobre preinspección en el Aeropuerto de Punta Cana y ese acuerdo contiene un anexo y algunas cláusulas que colocan la política de refugiados y asilo bajo la tutela de los organismos internacionales y el propio Estados Unidos, esperamos que el Tribunal Constitucional también rechace este acuerdo. En materia social, el gobierno venía haciendo concesiones a la política norteamericana contrarias a la Constitución de la República. Todo lo que tiene que ver con vida, familia y valores cristianos estaban siendo concedidos. El proyecto de reelección se montó sobre la base de una política de concesiones a los poderes fácticos y extranjeros.
Usted fue de los legisladores que más trabajó en la reforma del 2010 ¿por qué la separación de las elecciones municipales de las presidenciales y congresuales?
No recuerdo exactamente de cuál partido fue la propuesta, pero nosotros hicimos objeciones. Ese es uno de los fallos de la reforma constitucional, de los puntos débiles de la reforma constitucional. Unas elecciones tan cercanas de una elección congresual y presidencial tiene el potencial de un efecto de arrastre y eso es delicado. Ese es un problema que está planteado con el que hay que trabajar.
¿Es partidario de la eliminación del voto preferencial?
La experiencia es que ese voto preferencial es causante de grandes trastornos en la vida institucional de los partidos y del sistema de partidos. Aparentemente, era más democrático porque le daba al ciudadano la oportunidad de elegir, pero en la práctica lo que ha pasado es que sigue siendo un factor de discordia, porque la competencia no es solo con los contrarios sino con los propios candidatos del partido. Le abre un espacio al peso del dinero. Yo soy un gran beneficiario del voto preferencial. En la circunscripción uno, donde hay una presencia de clase media y media alta, importante, el voto preferencial funciona. Pero fuera de la circunscripción uno y alguna circunscripción de Santiago, el voto preferencial no funciona por lo menos con el sentido con que se concibió.
¿Por qué la FNP mantiene un discurso que históricamente no ha generado apoyo electoral?
La Fuerza Nacional Progresista ha sido una organización de minoría militante. Nosotros no vamos a la política con un enfoque electoralista a decirle a la gente lo que quiere oír. Nuestra visión es de nación y de patria, de soberanía, de desarrollo, es decir el compromiso es mucho más grande. Tenemos la visión más completa, porque tenemos posición sobre todos los temas. Nosotros no vamos a variar nuestra posición. Nosotros estamos viendo que los hechos aquí y en el mundo nos dan la razón, no los resultados electorales, los hechos, que son los que cuentan.
¿Cómo ve este ciclo político?
Me gusta la historia, estudio historia, porque la historia es la gran maestra, y estoy percibiendo que el ciclo político dominado por el PLD está llegando a su fin y el PLD como partido dominante, tiene que ir montando una estrategia de salida del poder. Hay muchas contradicciones dentro del PLD, hay muchas insatisfacciones, porque lo mismo que nosotros sentimos como aliados, lo siente un gran segmento del PLD, y lo dicen. l
Vuelve y vuelve
Hipólito Mejía dice que su liderazgo es insustituible y que por eso él vuelve y vuelve, pero la crisis institucional que hay ahora se originó en el 2002”
Ciclos históricos
Cuando uno ve lo que son los ciclos históricos, sabe que hay un desgaste natural en el poder y el ciclo del PLD en el poder está llegando a su fin”