Dos organizaciones feministas, una de Nueva Zelanda y otra de Australia, tratan el tema
Se acerca el 25 de noviembre. El Proyecto de Ley que crea el Sistema Integral para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la violencia contra las Mujeres, de autoría del senador Félix Bautista, lleva trabajándose desde hace algunos ocho años y promete, entre otros avances en materia de derechos, garantizar los derechos de la mujer dominicana en base al sexo. A pocos pasos de ser promulgado, es fruto transparente del consenso y de los ideales a los que debería aspirar nuestro Congreso Nacional.
Pero, ¿qué pasa? Este no es el Proyecto de Ley que le interesa al Gobierno dominicano, a algunos sectores de la sociedad civil ni a las organizaciones internacionales. Como evidencia, observemos atentamente a la Comisión de Género de la Cámara de Diputados, quien recientemente introdujo el mismo Proyecto de Ley, desde cero, con la diferencia de que el suyo impone derechos en base a la ‘identidad de género’. Cuando se active la deprimente programación anual respecto al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ¿cuál versión del Proyecto de Ley pretenden promover las organizaciones de mujeres?
Conversemos con dos campañas políticas que surgen precisamente para hacerle frente a sus respectivos gobiernos ante la imposición del concepto de ‘identidad de género’ dentro de políticas públicas y leyes nacionales, sin debate ni consenso público. Nos referimos a Speak Up for Women de Nueva Zelanda y a Victoria Women’s Guild de Australia.
Raquel Rosario Sánchez: Estimadas, gracias por la entrevista. ¿Quiénes conforman su campaña política y como surge?
Speak Up for Women: Somos una organización no partidista de ciudadanas neozelandesas: maestras, enfermeras, madres, abogadas, estudiantes, académicas, sindicalistas, mujeres desempleadas o jubiladas, periodistas, entre otras. Nos une nuestra preocupación por el impacto de las políticas de identidad de género (incluyendo la autodeterminación del sexo), en los derechos de las mujeres y las niñas. Nos preocupó que ninguna otra organización estaba abogando por nosotras, ya que las asociaciones feministas tradicionales hoy en día se enfocan en la identidad de género, no en los intereses y servicios para mujeres. Nosotras hemos conseguido que el gobierno neozelandés se detenga y tenga que replantearse sus propuestas respecto a las políticas de identidad de género, en particular la autodeterminación del sexo.
Victoria Women’s Guild: Nosotras somos un grupo de mujeres comprometidas con los ideales del feminismo. Nuestras edades varían de entre 30 a 70 años. Somos abogadas, maestras, activistas políticas, ambientalistas, entre otras. Nos unimos bajo un sentido de urgencia, en respuesta a la propuesta del gobierno de enmendar la Ley de Nacimiento, Muertes y Matrimonios, que aboliría los derechos de las mujeres en base al sexo por medio de la autodeterminación del sexo. Siendo un grupo que empezó a principio de este año bastante pequeño (12 mujeres), ¡hemos conseguido tremendo impacto en el debate nacional!
RRS: Pero, ¿por qué organizar una campaña política? ¿Qué paso cuando intentaron persuadir congresistas individualmente?
SUFW: La introducción de políticas de identidad de género no fue algo anunciado previamente. Por lo tanto, estas propuestas no fueron sujetas a análisis sopesado y democrático ni consulta pública. Individualmente, nuestros congresistas nos ignoraron cuando les expusimos nuestras preocupaciones, así que decidimos organizar una campaña para concientizar a la población y presionar al gobierno. Y lo conseguimos.
RRS: Explíquenos sus preocupaciones sobre las políticas de identidad de género.
SPFW: La ley de Derechos Humanos de Nueva Zelanda del 1993 protege el sexo como una característica protegida. Esto incluye el derecho de mujeres a servicios y espacios segregados por sexo. La autodeterminación del sexo significa que cualquier persona puede cambiar su sexo en documentos oficiales. Sin necesidad de evidencia medica ni siquiera modificar su apariencia. Esto conlleva ramificaciones prácticas. Por ejemplo, para los espacios segregados para mujeres 8como las cárceles, baños públicos y en las escuelas, casas de acogida), para la recolecta de estadísticas (temas de salud, crimen y violencia, tasa de empleo y desempleo, brecha salarial), para los deportes segregados por sexo, las oportunidades académicas para mujeres y para la cuota femenina.
VWG: No solo la autodeterminación del sexo permite a las personas cambiar su sexo en documentos oficiales, por proceso administrativo, sino que abre la categoría más allá de ‘mujer’ o ‘hombre’ a cualquier palabra que la persona elija, siempre y cuando no sea ofensiva ni muy larga. ¿Qué significa esta modificación para la recolección de estadísticas y la discriminación contra las mujeres? Concientizamos al publico para que cuestione, ¿qué significaría este cambio para los espacios segregados por sexo como las casas de acogida o las cuotas femeninas en la política? A las mujeres de Victoria ni nos consultaron al respecto.
RRS: Pero es que la ironía de este tema, es que son las organizaciones feministas de renombre impulsando este tema.
VWG: Exactamente. Existen divisiones fuertes dentro del feminismo ya que la izquierda australiana ha denominado el tema de las políticas de identidad de género como un tema de derechos humanos, sin siquiera cuestionar sus implicaciones. No se dan cuenta del peligro que representa para los derechos de las mujeres y la niñez. Muchas mujeres no ven como sus propios derechos están siendo borrados, pero con el tiempo será difícil de ignorar. Organizaciones como la nuestra nos estamos enfrentando tanto al patriarcado como al capitalismo. El lobby trans esta conformado, en su mayoría, de hombres ricos y poderosos quienes llevan años influenciando tras bambalinas e imponiendo estas políticas públicas a la fuerza. Es solo ahora que el público escucha las voces disidentes.
RRS: ¿Han sido censuradas o consideran que han arriesgado sus carreras al hablar sobre este tema? Si es así, ¿por qué involucrarse?
VWG: Si, desde ser vilificadas y expulsadas de las redes sociales hasta amenazas para que nos despidan de nuestros trabajos y de muerte. No obstante, nos sentimos determinadas en continuar expresando los peligros que estas políticas representan para las mujeres y la niñez. Lo consideramos un deber y un derecho democrático.
SUFW: Varias de nosotras hemos sufrido campañas para que nos despidan de nuestros trabajos, otras no. Pero todas hemos sufrido abuso personal de parte de proponentes de las políticas de identidad de género: desde amenazas de violación hasta amenazas de violencia. Nuestros eventos son asediados para cancelarlos, algunos legisladores responsabilizan nuestra campaña de “cometer violencia e incentivar al suicidio”, nos censuran nuestros afiches publicitarios… A pesar de todo esto, en Nueva Zelanda nos hemos organizado políticamente porque las políticas de identidad de genero son autoritarias y peligrosas tanto para las mujeres, como para la sociedad.