A casi un año del cierre de las escuelas, el Ministerio de Educación (Minerd) y el Gabinete de Salud, anunciaron ayer que el retorno de forma gradual, voluntaria, progresiva, controlada y bajo consentimiento a las aulas será el próximo seis de abril.
Conforme a Ligia Pérez, viceministra de Servicios Técnicos y Pedagógicos de la institución gubernamental, la actividad semipresencial comenzará con la primera infancia y el nivel inicial, es decir, los niños desde tres meses a cinco años que asisten a las estancias infantiles dirigidas por el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inabie), y el primer ciclo de primaria constituido por los infantes que llegan hasta ocho años, además de los estudiantes de sexto de secundaria, de las modalidades técnico-profesional y artes.
En la segunda semana de abril, ingresarán a las aulas los alumnos de la modalidad del subsistema de adultos, y en la tercera semana el segundo ciclo del nivel primario.
El plan de retorno a los salones de clases, continuará con el primer y segundo ciclo del nivel secundario de la modalidad académica.
El proyecto presentado por las autoridades, establece que para fortalecer las medidas de distanciamiento social, cada docente recibirá de manera alterna al 50 por ciento de la población de estudiantes que tiene a su cargo.
Recomiendan subdividir el curso en dos grupos de la misma cantidad de alumnos, para garantizar el cumplimiento de las normas sanitarias.
Uno de los ejemplos que brinda el protocolo, es que el primer grupo asista los lunes, miércoles y viernes, y el segundo martes y jueves. A la semana siguiente se alternan.
También sugieren que el primer grupo acuda a la escuela los lunes y martes, y el segundo los miércoles y jueves; y que los viernes, se realice trabajo focalizado con estudiantes que presenten mayor rezago escolar.
Para la modalidad de adultos, el plan presentado por Educación propone un esquema de alternancia de grupos los sábados y domingos, en los centros que tienen este calendario docente.
Asimismo, instan a las escuelas con estudiantes de educación especial, planificar y reorganizar sus espacios para la asistencia semipresencial a las aulas de esta población.
Menos de 5 por ciento
La positividad y la incidencia de la COVID-19 en los últimos siete días, son los valores que las autoridades tendrán en cuenta al momento de decidir reiniciar o cerrar la docencia presencial.
Ronald Skewes, titular de la Dirección General de Epidemiología (Digepi), expuso que para permitir la apertura de los centros educativos, la positividad del virus debe estar por debajo del cinco por ciento.
Según el especialista, a la fecha, el país tiene 48 municipios que cumplen con las condiciones sanitarias establecidas por el órgano rector de salud.
Al respecto, el ministro de Educación, Roberto Furcal, aseguró que el inicio será sin precipitación, con serenidad y con suma prudencia.
“Será el seguimiento riguroso y la evaluación científica del comportamiento de la pandemia, lo que nos irá diciendo cuándo avanzar en la incorporación de nuevos centros educativos a la semipresencialidad, cuándo mantener el pilotaje, y cuándo excluir los centros y comunidades que comiencen a dar señales negativas”, dijo.
Manifestó que la modalidad de educación a distancia se mantendrá intacta, en todos los niveles y modalidades, en busca de garantizar la continuidad de los servicios educativos donde el comportamiento de la pandemia impida la presencialidad.
“Somos conscientes de la posibilidad de que en algunas escuelas abiertas se produzcan brotes y tengamos que dar un paso hacia atrás (…), eso nunca será un fracaso, sino una regresión prevista en este camino que vamos a recorrer hasta concluir el año escolar 2020-2021”, puntualizó.
Protocolo de apertura
La viceministra Ligia Pérez informó que las aulas y otros espacios de los centros educativos, deberán disponer de 1,5 metros de distancia para garantizar el distanciamiento social entre los estudiantes.
Declaró que las escuelas tendrán que asegurar ventilación natural en las aulas, así como trabajar en espacios abiertos, cuando las condiciones del clima lo permitan, y siempre velando por la seguridad de los alumnos.
“En los casos de ambientes con aire acondicionado, es muy importante abrir las ventanas varias veces al día, verificando, además, que estos sistemas de ventilación funcionen correctamente y propicien una adecuada calidad de aire interior”, precisó.
Explicó que en los baños también será necesario respetar las medidas de distanciamiento, y deberán contar con la disponibilidad de agua y jabón líquido para el lavado de manos.
“En el momento de la merienda y almuerzo escolar se priorizará la entrega de alimentos envasados para limitar los riegos en la manipulación. El personal tendrá que disponer de lavamanos, gel, alcohol, cubreboca e identificar las áreas con capacidades máximas de uso y realizar una limpieza y desinfección profunda de todos los espacios del centro antes y después de cada uso”, señaló.
En otro orden, la incumbente indicó que los servidores docentes y administrativos que presenten alguna enfermedad considerada de riesgo en relación con el coronavirus o supere los 60 años de edad, no deberá estar de manera presencial en los centros.
“El personal en los centros educativos usará mascarilla en todo momento, evitando los saludos con contacto físico (…), los directores de cada centro serán responsables de velar por el cumplimiento de las estrategias de bioseguridad, respecto a la COVID-19”, destacó.
Declaró que hasta nuevas disposiciones, el personal considerado de riesgo potencial ante la enfermedad se mantendrá desempeñando su labor a través del teletrabajo.
La funcionaria también dijo que cada estudiante que asista a las escuelas deberá llevar un documento de autorización de sus padres o tutores.
“El centro deberá tener información actualizada sobre los procesos de vacunación de sus estudiantes”, aseveró.
Del mismo modo, señaló que las familias de los alumnos que hayan realizado viajes al extranjero deberán comunicarlo al centro educativo, para fines de seguimiento de Salud Pública.
Manifestó que el estudiante que desee participar en las clases semipresenciales y que sufra de una enfermedad preexistente como la diabetes, patología renal, falcemia, asma u otras que incidan en la condición inmune de la persona, deberá tener una autorización escrita de parte de un médico que avale su entrada a la escuela.
“Las mascarillas serán de uso obligatorio y permanente, salvo en niños y niñas menores de 5 años, o estudiantes con alguna discapacidad que les impida quitársela en caso de emergencia”, añadió.
Ante la posibilidad de que haya niños y niñas que presenten síntomas de COVID-19, las escuelas deben establecer un espacio de espera separado de los otros alumnos, hasta que los padres pasen a recogerlo.
Aprueban plan de retorno
La vicepresidenta de la República, reconoció el nivel de organización, planificación, seguimiento y trabajo del Ministerio de Educación. Asimismo, dijo que la entidad tendrá todo el respaldo del Gobierno para el nuevo proceso educativo.
Del mismo modo, Rosa Encarte, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), calificó el plan como positivo, asegurando que está muy detallado y trabajado.
Exministro demanda mejor comunicación
El exministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, aseguró que si el gobierno quiere el retorno a las clases presenciales, debe mejorar la comunicación y garantizar una gestión de salud eficiente que logre bajar la positividad del COVID-19. Consideró prudente el inicio de la docencia presencial reduciendo el aforo en cada aula, ya que es necesario revisar si los estudiantes han logrado alcanzar los objetivos académicos de aprendizaje establecidos en los programas. “Si se logra que la positividad del COVID-19 sea menor del 10 %; se limita la cantidad de estudiantes en las aulas y se vacunan a los profesores y servidores; el retorno a las clases presenciales es importante para tener alguna garantía de que los objetivos de aprendizaje para este año se alcancen”, expuso.