La subestación eléctrica que suplirá de energía a los hoteles, el puerto de cruceros y otras infraestructuras del proyecto Cabo Rojo, que se desarrollan bajo el Fideicomiso Pro-Pedernales, contará con línea soterrada de más de doce kilómetros de extensión.
La obra cuenta con dos modernos transformadores de 28 megavatios (MW) cada uno y suplirá de energía las tres etapas del proyecto.
Al explicar detalles de la obra, los ingenieros Napoleón Paulino, jefe de obra del contratista responsable del proyecto y Juan Tomás Díaz, encargado de la construcción de la subestación eléctrica y sistema de distribución, respectivamente, destacan el impacto positivo del proyecto en materia medioambiental, debido a que parte de la energía que suplirá la recibirá del parque eólico Los Cocos, al contar con una línea de doble transmisión.
“Este proyecto dispone de una línea soterrada de más de doce kilómetros, además, va a ser un proyecto ecológico, amigable con el medioambiente”, sostiene Juan Tomás Díaz.
Ambos ingenieros ponen de relieve que el sistema de cableado soterrado eliminará el impacto visual que se crea con las instalaciones eléctricas al aire libre, evitando, al mismo tiempo, la interrupción del servicio en épocas de fenómenos atmosféricos y otras circunstancias adversas.
La subestación eléctrica dispondrá de dos campos de líneas de entrada a los transformadores del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), cuya generación llegará del parque eólico Los Cocos, en su primera etapa, y de la planta de Barahona.
El Proyecto de Desarrollo Turístico de Cabo Rojo-Pedernales, está concebido para realizarse en cuatro fases, durante un período de hasta 20 años, y con una inversión estimada de 2,245 millones de dólares para la primera fase del proyecto.