La tradicional playa Saladilla se reactivó por la presencia de una gran cantidad de visitantes nacionales y extranjeros, que se dieron cita para disfrutar de sus frescas aguas durante la Semana Santa.
“Tenía temor de morir sin ver a mi querida playa volver a ser lo que era años atrás. Ya puedo morir porque mis ojos palparon que Saladilla que estuvo muerta por unos 40 años volvió a la vida por la gran cantidad de vacacionistas que estaban allí presentes”, comentó Ángel Peña Santana, de 92 años, residente en el barrio Enriquillo.
Otros comunitarios que visitaron el tradicional balneario entre el jueves, viernes y sábado, casi son presa de infartos al notar el gran cambio experimentado por la playa en cuestión. “Para nosotros esta estaba muerta, por lo que nos alegramos que haya vuelto a la vida”, dijeron.
No obstante, para un amplio segmento de la comunidad barahonera la reactivación de la playa Saladilla no se hubiera materializado de no ser por la Fundación Ángel Languasco El Alfa del Sur (ALANCO) que se propuso luchar por la recuperación del hermoso balneario.
Es de todos conocido que la referida fundación constituida en España por el barahonero Ángel Languasco levantó pequeñas obras en la abandonada playa, entre estas la construcción de bancos, algunas casetas y limpieza de la orilla, lo que motivó a otras personas a pedirle al Ministerio de Turismo a que dispusieron de sus buenos oficios y procedieron a recuperar el balneario.
La población agradeció a Languasco y a la fundación que lleva su nombre, el interés por la recuperación de la playa.
“Languasco se propuso esto y por fin logró que la playa tras alrededor de 40 años de estar sumida en un total estado de abandono, volviera a la vida. Esto quedó demostrado con la gran cantidad de vacacionistas locales, regionales, nacionales y de países amigos que se dieron cita allí en este largo asueto de la Semana Mayor”, coincidieron otros pobladores.
Se recuerda que desde que la Saladilla cayó en un total abandono las autoridades de Turismo de los gobiernos de turno nunca hicieron nada para rescatarla, por lo que los miles de personas que la visitaban cada época del año comenzaron a desplazarse hacia los balnearios de la costa, que esa vez, eran muy pocos frecuentados.
En ese entonces todos los visitantes eligen la Saladilla por sus cristalinas aguas, blancas arenas, hermosa y exuberante vegetación y porque solo está a casi dos kilómetros de esta ciudad.
Cuando el balneario cayó en el abandono las miles de personas que la visitaban en cada época del año se vieron obligados a dirigirse a las playas y ríos San Rafael, Bahoruco, La Ciénaga, Paraíso, Los patos entre otros balnearios y luego a la Playa El Quemaíto que surgió años después.
“Estamos seguros que en la Semana Santa que concluye hoy Domingo de Resurrección el flujo de visitantes a los balnearios arriba mencionados se redujo grandemente, debido a que una gran cantidad de ellos decidió quedarse en la playa Saladilla. Esto quedó demostrado el jueves, viernes y sábado”, expresaron los barahoneros con gran alegría porque su tradicional y hermoso balneario volvió a la vida.
Ahora los barahoneros abrigan la esperanza de que las autoridades de Turismo y otras que tienen que ver con la preservación de los balnearios, procedan a la rehabilitación total de la Saladilla que es el anhelo de la comunidad por casi 40 años.
En semanas pasadas el gobierno rescindió del contrato del Hotel Guarocuya que era administrado por el periodista Melton Pineda, quién dijo que levantaría algunas obras en la Saladilla, entre estas casetas, mientras que Ángel Languasco dijo que a través de su fundación seguirá luchando hasta lograr la recuperación total del balneario en cuestión.
Se recuerda que en una de las visitas realizadaspor el presidente Luis Abinader, este prometió desarrollar el turismo para que la zona pase a ser una de las más visitadas del país.