El Banco Mundial advirtió que a nivel mundial la inflación está alcanzando sus niveles más altos en al menos una década.
De acuerdo con el organismo internacional “esto está llevando a algunos países a retirar el apoyo monetario para contener las presiones inflacionarias, mucho antes de que se complete la recuperación”. El BM citó el tema en una publicación en su cuenta de Twitter.
Plantea que tras el fuerte repunte en 2021, la economía mundial está entrando en una pronunciada desaceleración, lo que contribuirá al riesgo de un “aterrizaje brusco” en las economías en desarrollo. “La economía mundial está entrando en una desaceleración que amenaza con ampliar la divergencia entre las tasas de crecimiento de las economías avanzadas y las de las emergentes y en desarrollo. Para lograr que un mayor número de países se encamine hacia un crecimiento favorable, se requiere la acción internacional concertada y un conjunto integral de respuestas de política en el nivel nacional”, sostiene el Banco Mundial en otra publicación.
Desde su punto de vista, la recuperación mundial se desacelerará en medio de los continuos brotes de covid-19, la disminución del apoyo macroeconómico y las persistentes dificultades en las cadenas de suministro.
Agregó que las perspectivas se ven empañadas por diversos riesgos, como las nuevas variantes del coronavirus, el desanclaje de las expectativas inflacionarias y el estrés financiero. “Si algunos países finalmente requieren una reestructuración de la deuda, la recuperación será más difícil de lograr que en el pasado.
El cambio climático puede aumentar la inestabilidad de los precios de los productos básicos. Las tensiones sociales pueden agudizarse como resultado del aumento de la desigualdad causado por la pandemia. Estos desafíos subrayan la necesidad de promover una vacunación generalizada, mejorar la sostenibilidad de la deuda, abordar el cambio climático y la desigualdad, y diversificar la actividad económica”, plantea el banco.
Según las previsiones, el crecimiento en la mayoría de las regiones de mercados emergentes y economías en desarrollo en 2022-23 volverá a las tasas promedio registradas en la década anterior a la pandemia. “Este ritmo de crecimiento no será suficiente para recuperar los retrocesos en la producción durante la pandemia. Se espera que, para 2023, la producción se mantenga por debajo de la tendencia anterior a la pandemia (…)”, cita el Banco Mundial.
Esperado para América Latina y en Asia Oriental
Europa y Asia central será la región que más se acerque a su trayectoria previa a la pandemia y Asia meridional la que más se aleje de tal trayectoria”, apunta el BM en su publicación.
Plantea que los riesgos para las perspectivas regionales están inclinados a la baja, e incluyen continuos brotes de covid-19, lentitud de los avances en la vacunación, estrés financiero, precios de los productos básicos más bajos de lo esperado, tensiones geopolíticas y malestar social, inseguridad alimentaria, y daños causados por fenómenos meteorológicos extremos.
En Asia oriental y el Pacífico, según las proyecciones, el crecimiento se desacelerará al 5.1 % en 2022 y aumentará ligeramente al 5.2 % en 2023.
Mientras, América Latina y el Caribe: se desacelerará al 2.6 % en 2022.