Los residentes en Polo, en especial los dueños de establecimientos comerciales, desenvuelven sus actividades cotidianas dentro de un ambiente de temor, miedo e inseguridad, producto de la delincuencia que se ha apoderado de ese municipio perteneciente a la provincia Barahona.
La madrugada del pasado lunes delincuentes penetraron a la Farmacia de las Comunidades Cristianas de la Iglesia Católica, de donde cargaron con más de RD$100 mil pesos en efectivo y una gran cantidad de medicamentos variados.
La denuncia sobre la ola de delincuencia que se registra en el referido municipio fue hecha por el periodista local José Miguel Medina Tejeda en su programa radial “El Metro Informativo”.
Tercer robo
Según la denuncia de Medina Tejada es el tercer robo de que es objeto en los últimos tiempos la referida farmacia, que está ubicada detrás del mercado público y frente al cuerpo de Bomberos de la localidad.
Manifestó que tras cometer el robo en el establecimiento los delincuentes penetraron a una vivienda cercana de donde cargaron con una compra de artículos comestibles y una indeterminada cantidad de dinero.
“En esta oportunidad para penetrar a la farmacia los ladrones rompieron un protector de hierro de una de las ventanas y dos llavines. En el área de la acción delictiva aparecieron dos perros envenenados”, comento el periodista.
Explicó que tras el robo a la farmacia se presentó a la misma el primer teniente policial, Alexis Alcántara y miembros del Departamento de Investigaciones Criminales (Dicrim), quienes iniciaron las pesquisas de lugar, pero que hasta el momento no se ha hablado de personas detenidas con relación al caso.
La ola de robo está causando un gran malestar entre los comunitarios, quienes viven en constante estado de zozobra ya que temen que en cualquier momento sus viviendas pueden ser violentadas por los delincuentes para robar.
los comunitarios reconocen que en cada caso la Policía Nacional actúa rápidamente e inicia las pesquisas pertinentes, las cuales lamentablemente quedan inconclusas y casi nunca se da con los responsables de los rodos, atracos, asaltos y otros hechos delictivos que se registran en Polo.
“La Policía Nacional con el poco número de agentes que tiene disponible, tanto de día como de noche realiza patrullajes por los sectores, barrios y el centro del poblado, pero los delincuentes son muy hábiles y siempre están al acecho para aprovechar la oportunidad precisa para actuar”, coincidieron los comunitarios Luis Pérez y Ana María Fèliz.
Envenenamiento de animales
Otros pobladores dijeron que los delincuentes últimamente están envenenando los perros en los establecimientos comerciales y viviendas particulares donde van a robar.
Consideran que la no existencia en Polo de una Juzgado de Paz está contribuyendo con el auge de la delincuencia, por lo que exigen de la Procuraduría General de la República disponer de inmediato la construcción de un local donde un Fiscalizador conozca los casos delincuenciales.
Debido a la falta de Juzgado en cuestión los casos de robos, atracos y asaltos, entre otros son conocidos en el municipio de Cabral, distante a varios kilómetros de Polo.
Àngel Espinosa y Julio Pérez, recordaron que en la década del 90s existía un fiscal permanente en ese municipio, pero que fue retirado inexplicablemente, por lo que ahora estos casos son conocidos en el municipio de Cabral.
“Tampoco existe en el cuartel policial local un Departamento Antirrobos, lo que motiva que todo afectado por robo, atracos, asaltos, entre otros actos, tienen que dirigirse a la Supervisorìa policial del municipio de Cabral a formular sus denuncias en tal sentido.
Otra cosa que contribuye al aumento de los casos delincuenciales lo constituye el hecho de que muchas personas que son asaltadas y robadas en las calles, así como en sus negocios y casas, no acuden a querellarse ante las autoridades por las amenazas de muerte de que son objeto por parte de los que cometen esos hechos delictivos.
Producto de esta ola delincuencial las personas que tienen que ir a trabajar a oficina públicas y privadas se hacen acompañar por otras por temor a ser víctimas de los delincuentes en el trayecto.
Los mismo hacen los agricultores que salen en horas de las madrugadas de sus hogares para sus predios agrícolas y regresan al atardecer algunos y otros en horas de la noche.
“No podemos seguir viviendo bajo este estado de miedo, zozobra e inseguridad. Se hace urgente que las autoridades de las instituciones encargadas de velar por la tranquilidad, seguridad y paz ciudadana tomen las medidas correctivas para enfrentar este grave mal. No es que pensamos que lo van a erradicar totalmente, pero con medidas preventivas y eficaces pueden al menos reducirlo su más mínima expresión”, dijeron pobladores.