Los alrededores del Congreso Nacional volvieron a la normalidad ayer, luego que el presidente del Senado Reinaldo Pared Pérez, ordenara el retiro de las tropas militares y policiales.
Durante casi dos semanas los trabajos legislativos de la Cámara de Diputados estuvieron paralizados por la abstención de los diputados leonelistas y del Partido Revolucionario Moderno, en protesta por la militarización de la zona.
Las comisiones permanentes de la Cámara Baja que tenían previstas reunirse se desarrollaron ordinariamente y se vio el movimiento de los legisladores en las áreas administrativas y sus oficinas legislativas. Ayer también las oficinas de representación volvieron a recibir ciudadanos de forma regular.
Varios legisladores valoraron el retiro de las tropas. El vocero de los diputados del partido oficialista, Gustavo Sánchez, calificó como una salida salomónica el retiro de la custodia militar en el Congreso Nacional, debido a que las labores legislativas deben continuar su curso.
Asimismo la diputada perremeísta Josefa Castillo, consideró que fue una decisión oportuna e inteligente ya que la situación obstaculizó el desenvolvimiento de las sesiones y los trabajos en el Congreso. “Yo creo que ya esto nos va a permitir trabajar con un poco más de tranquilidad, paz porque había el temor de que se le zafara cualquier tiro a cualquiera de esos militares de los que estaban afuera y los que estaban dentro del Congreso o que los perros pudieran morder a uno”, dijo Josefa. Las tropas estuvieron en los alrededores durante nueve días.