El pastor Ezequiel Molina Rosario dijo que la gracia de Dios, la tradición, el pueblo evangélico y los múltiples colaboradores que cada año Dios “toca” hacen posible la celebración de la concentración evangélica nacional “La Batalla de la Fe”, cada primero de enero..
Molina aseguró a elCaribe que esos “activos” hacen posible que cada año reúnan 60 mil personas o más en el multitudinario evento cristiano que ya es una tradición en el pueblo evangélico.
Molina aseguró que todas las denominaciones cristianas/evangélica del país apoyan la celebración, llevando sus feligreses y aportando recursos.
“La verdad es que si los partidos políticos fueran a pagar para traer cada año a toda esa gente, tendrían que buscar 500 millones de pesos, porque ellos dan ron, cerveza, pica pollo, agua, guaguas y dinero, pero nosotros ni pagamos las guaguas, ni le damos a nadie nada para que venga, ni le repartimos nada. Contrario a eso, muchos de los que vienen dan una ofrenda (dinero) al ministerio”, aseguró.
Sin fines de lucro
Detalló, con relación al montaje del evento, que quienes trabajan en el mismo lo hacen a manera de “colaboración” o por una “ofrenda”, que no es un salario, sino una “ayuda” y que en la parte del sonido, la tarima, el tabloncillo (sobrepiso), el estadio y otros recursos que utilizan, sólo pagan menos del 50 por ciento por el valor de los mismos, y en muchos casos lo reciben a manera de donación o préstamos.
Sostuvo que “es una actividad sin fines de lucro, pagada por el pueblo, en la mayoría de los casos recibimos ofrendas, tanto del Gobierno, como de empresarios, comerciantes y otros colaboradores. Por ejemplo, el presidente Danilo Medina nos dio una ofrenda de un millón de pesos e incluso el doctor José Francisco Peña Gómez nos dio una ofrenda en una ocasión”.
Historia
Recordó que “La Batalla de la Fe”, que hoy llena el Estadio Olímpico cada primero de enero, inició en el 1965, como un “Culto de Jubileo”, en la iglesia de Dios Pentecostal M. I., que en ese entonces pastoreaba en el Ensanche Espaillat, “pero no comenzamos grandes como la gente cree”.
Dijo que de ahí pasaron a la iglesia Cruzada Evangélica Misionera y años más tarde a la Asamblea de Dios Central, de la avenida Duarte; luego al Conservatorio Nacional de Música, que estaba en el Malecón, para llegar en 1973 al anfiteatro “Paco Escribano”, (frente al Canal 4, CERTV), donde ya reunían a cinco mil personas.
Del Paco Escribano se trasladaron al Estadio de “La Normal”, en la avenida Duarte, esquina Quinto Centenario, hasta el 1978, y de allí pasaron al Palacio de los Deportes (Media Naranja), donde solo estuvieron un año; ya que volvieron al Estadio de La Normal hasta el 1981, año en que empezaron en el Estadio Olímpico hasta el día de hoy.
“Hemos hecho 36 versiones de La Batalla de la Fe en el Estadio Olímpico, con la sola excepción del 2003, que por su remodelación tuvimos que trasladarnos a la Plazoleta La Trinitaria, en la cabeza del puente Juan Bosch”, relató.
Ministerio Radial La Batalla de la Fe
La Asociación Radial y Misionera La Batalla de la Fe es una organización sin fines de lucro que desde el año 1963 trabaja llevando orientación cristiana al individuo y a la familia a través de los medios de comunicación.
Los desmayos fijan la línea para el relevo
Molina Rosario se desmayó durante la celebración de La Batalla de la Fe en el 2015 y en este 2018, lo que para algunos es prueba de que ya debe preparar su relevo. A esto dijo que: “Yo inicié el mensaje de este primero de enero hablando de mis relevos, cuando dije que yo no pensaba estar ahí en ese momento”. Tras el desmayo, su hijo Ezequiel Molina Sánchez recordó mientras oraba que “aunque los Moisés hayan caído, los Josué están de pie, listos para tomar la antorcha”, marcando el relevo.
