“Tenemos los policías que estamos pagando”, estableció ayer el juez José Alejandro Vargas, al dictar medida de coerción a los cuatros agentes policiales acusados de matar de un disparo en la cabeza al raso Manuel Merán Maldonado, en un hecho ocurrido la noche del pasado lunes en Arroyo Hondo.
Al presentar sus argumentos ante los imputados y los familiares de la víctima, el juez de la Oficina Judicial del Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional dijo que si el Estado reivindicara a los policías, el país contara con agentes diferentes, capacitados y comprometidos con la sociedad.
“La dulzura de un bajo costo, se borra con la amargura de una mala calidad”, sostuvo el magistrado, al momento que manifestó que un agente policial no debe ganar menos de 35 mil pesos.
Explicó que si los policías fuesen mejor reivindicados mostraran mayor calidad a la hora de ejercer su labor.
Dijo que más que culpar a los imputados o a la víctima por esta tragedia en gran parte se debe cargar al Estado dominicano, por no optar por dar calidad a la institución que tiene que velar por la seguridad de la sociedad.
“Tenemos una Policía con bajo costo y estamos pagando esta realidad”, estableció el magistrado Vargas.
Reiteró que si los policías a los que se les imputa haber matado al raso Merán Maldonado hubiesen sido mejor pagados no habrían actuado como lo hicieron.
Vargas impuso tres meses de prisión preventiva como medida de coerción contra los cuatro agentes de la uniformada vinculados en la muerte del raso, de 26 años de edad.
Los acusados son el sargento mayor Isidro de Jesús Mejía; el cabo Nicairo Marte Solano, y los rasos Francisco Acosta Martínez y Alturo Lorenzo Báez, pertenecientes al Departamento Anti-Ruidos de la Policía.
Los cuatro imputados tendrán que cumplir la pena en la cárcel de Najayo y la medida volverá a ser revisada por el Sexto Juzgado de la Instrucción, el próximo 9 de octubre.
A los imputados se les acusa de asociación de malhechores, abuso de autoridad y homicidio.
La joven Odry Merán, novia de la víctima, narró ante el juez que el hecho se produjo cuando se dirigían hacia Villa Mella a comprar una cena.
Dijo que en la avenida Máximo Gómez, en las proximidades de la avenida Pedro Livio Cedeño, una patrulla de la Policía los interceptó y les pidió que se pararan.
Detalló que fue en ese momento que su novio les dijo a los agentes: “Ustedes saben que soy policía” y siguió. Dijo que otra patrulla se agregó a perseguirlos y empezaron a dispararles.
Enfatizó que cuando sintieron que le habían pinchado varios neumáticos se pararon en la avenida Reyes Católicos, en el sector de Arroyo Hondo. El joven bajó del vehículo, dejando su arma de reglamento dentro del mismo, y sin mediar palabras el raso Arturo Lorenzo Báez le propinó una bofetada, mientras que los demás le cayeron a golpes.
“Fue entonces cuando el raso Francisco Acosta Martínez sacó su arma y le hizo un disparo en la cabeza”, narró. Reiteró que el sargento mayor Isidro de Jesús Mejía conocía a su novio debido a que alegadamente este lo detenía constantemente.
Agentes alegan vehículo del raso no tenía placa
Los agentes implicados en el asesinato del raso Manuel Merán Maldonado negaron la versión de la novia de este.
Dijeron que el joven supuestamente circulaba en un vehículo sin placa y cuando le pidieron que se detuviera, emprendió la huida.
Sostuvieron que al ver el vehículo sospechoso le cayeron atrás pidiendo el auxilio a otra patrulla.
Negaron que el raso policial se haya identificado ante ellos, como alega su novia Oldry Merán.
El raso Arturo Lorenzo Báez dijo que “no es verdad que le haya dado una bofetada al imputado como se ha querido establecer” y que él solo intentó ponerle las esposas.
Mientras que el también raso Francisco Acosta Martínez dijo que mientras intentaba propinarle un macanazo al joven, se le zafó un tiro.