Con el Miércoles de Cenizas, celebrado ayer, y el llamado del papa Francisco de “despojarnos de lo que nos pesa, para reconciliarnos con Dios”, la Iglesia católica dio inicio a la Cuaresma, tiempo litúrgico de oración, penitencia y ayuno, que dura 40 días.
Durante las celebraciones de ayer, los sacerdotes imponían cenizas en forma de cruz en la frente de los feligreses, para quienes este acto simboliza el arrepentimiento y la conversión.
A la hora de la imposición se le dice a la persona “recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” o “arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Con esto se recuerda que “nuestra vida en la tierra es pasajera y que la definitiva está en el Cielo”.
Este rito católico, que data desde los primeros siglos del cristianismo, se realiza a nivel mundial.
En un recorrido de un equipo de elCaribe se observó que decenas de personas se dieron cita a diferentes templos, como la Parroquia San Antonio de Padua y la Parroquia Universitaria Santísima Trinidad, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), ambas ubicadas en el Distrito Nacional.
Pero en este día, las personas no solo colocan cenizas en sus frentes, también realizan abstinencia y ayuno. Lo primero consiste en no comer carne. Mientras que lo segundo es solo ingerir una sola comida fuerte al día.
Las cenizas se obtienen de la incineración de las palmas bendecidas del Domingo de Ramos del año que le antecede.