La Procuraduría General de la República, reforzó las medidas de seguridad en su sede, como consecuencia de los hechos protagonizados por un grupo de estudiantes el pasado martes.En la entrada del edificio, los oficiales de seguridad comenzaron a solicitar la identificación de las personas y a entregarles un pase para poder desplazarse por las inmediaciones del edificio.
Además se colocó un detector de metales en la entrada del antedespacho del procurador, Jean Alain Rodríguez, zona que fue ocupada por los jóvenes que dijeron ser estudiantes y que leyeron un comunicado en el cual exhortan a la Procuraduría a dar los nombres de los sobornados por la empresa Odebrecht.
A través de una nota de prensa, la PGR explicó que su sede es un espacio “enteramente abierto al diálogo, pero siempre en un marco de respeto”.
Señaló que aunque ocupa una edificación pública, tal como ocurre en todas las instituciones estatales del mundo, posee áreas restringidas y normas de conducta que deben ser cumplidas por todos los usuarios y empleados, sin excepción.
En el comunicado, la institución refirió el incidente del pasado martes y señaló que “los estudiantes ingresaron al edificio que aloja esa institución y la Suprema Corte de Justicia, bajo el alegato de que buscaban informaciones para tareas universitarias”.
Reza la nota que “valiéndose de este argumento, que luego resultó ser falso, los visitantes llegaron hasta la cuarta planta, sorprendiendo la seguridad y penetrando sin autorización a la recepción que conduce al antedespacho del procurador Jean Alain Rodríguez”.
Además, la PGR indicó que una vez apostados allí, a los jóvenes se les dieron todas las facilidades para explicar a la prensa los motivos que los llevaron a irrumpir en un área de acceso limitado y que ha pesar de ello, permanecieron atrincherados en dicho lugar, durante seis horas, interrumpiendo las labores de los empleados.