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Santo Domingo.- Los presidentes del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue), pastor Feliciano Lacen, y de la Fundación Equidad y Justicia Social (Fejus), reverendo Fidel Lorenzo, expresaron su esperanza de que la modernización fiscal contribuya a mejorar la calidad de los servicios básicos, asegurando que la población más vulnerable viva con dignidad.
Ambos líderes religiosos señalaron que los recursos generados por la reforma deben destinarse prioritariamente a fortalecer servicios esenciales como electricidad, agua potable y salud, así como a la prevención de inundaciones, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida en los sectores más empobrecidos.
El presidente del CODUE reconoció las dificultades que implica la implementación de nuevos impuestos, pero subrayó que son imprescindibles para garantizar el avance del país. “Es un momento difícil donde nadie quiere que le pongan impuestos. Sin embargo, es una necesidad para que el país siga avanzando en materia de salud primaria, infraestructura, transporte, mejoría de la seguridad y todos esos servicios que demandamos al Estado dominicano. Sabemos que esto requiere recursos”, dijo.
Abogó por una reforma integral y equitativa, subrayando que quienes tienen mayores recursos deben asumir una carga tributaria mayor para lograr un balance justo en la distribución del sacrificio. “Lo que tiene que hacerse es una reforma integral y que la clase que menos puede sea menos golpeada. Pero tenemos que estar seguros de que todos vamos a ser un poquito afectados con esta situación que vive el país”, añadió.
El presidente del CODUE resaltó que hay sectores importantes del país que, durante muchos años, se han beneficiado de privilegios mediante exenciones de impuestos, pero que ya ha llegado el momento de sacrificarse.
Por su parte, el presidente de Fejus subrayó la importancia de que la modernización fiscal se traduzca en mejoras tangibles en la calidad de vida de los dominicanos. “Que se eliminen los desechos sólidos, que se construyan más imbornales y que se eviten las inundaciones en los barrios; que no se ahoguen los carros, que la gente pueda acceder a su casa, que tenga una mejor calidad de vida gracias a una mayor disponibilidad de electricidad, agua potable y salud. También es fundamental que la educación siga mejorando en calidad. Todo esto beneficiará a la sociedad dominicana”, observó.
El reverendo Lorenzo enfatizó que la reforma fiscal debe abordar a los sectores privilegiados que han disfrutado de incentivos que ya no se justifican, afirmando: “Es interesante que el gobierno se ha atrevido a tocar sectores intocables de la sociedad, pero que disfrutaban de beneficios e incentivos que ya no son necesarios y que han cumplido su rol”.
Mandato de la Estrategia Nacional de Desarrollo
Los líderes religiosos aseguraron que la propuesta de modernización fiscal es un mandato de la ley 1-12 de la Estrategia Nacional de Desarrollo, la cual está pendiente desde el año 2012. Indicaron que, al igual que se abordaron el pacto educativo y el pacto eléctrico, ha llegado el momento de implementar el pacto fiscal. “Es algo oportuno y necesario que se ha retenido demasiado. Esto debería haberse realizado en 2012, y ahora, en 2024, la presión es aún mayor”, concluyó el pastor Lacen.
