En los últimos años la sociedad dominicana ha sido impactada por hechos escalofriantes que por el modo y el comportamiento de los que lo ejecutaron, fueron atribuidos popularmente a posesiones diabólicas o ritos satánicos.
Desde el caso del asesinato del niño Rafael Llenas Aybar, la muerte de siete taxistas a manos de un grupo de adolescentes, la violación de varios menores por una pareja de esposos como parte de un “culto a Lucifer” y el reciente crimen de una madre junto a sus tres hijos, han entrañado tanta maldad que parte de la sociedad los asocia a las “obras de mal”. Estos hechos tienen en común, además, la falta de arrepentimiento y frialdad al confesar sus crímenes.
En mayo de 1996 el caso del niño Llenas Aybar de 12 años, asesinado de 34 puñaladas, horrorizó al país. Dos jóvenes de 19 años fueron los responsables: Mario Redondo Llenas, primo de la víctima, y Juan Manuel Moliné Rodríguez, los mismos que horas antes de ser presentados como los homicidas, ayudaron a buscar el niño y asistieron al velatorio del menor.
Los testimonios de estos no fueron coherentes. Acusaciones de tráfico de drogas y armas, prácticas sexuales con menores, y hasta ritos satánicos. Se habló de la participación de Luis Palmas de la Calzada y a Martín Palmas Meccia, esposo e hijo de la entonces embajadora de Argentina en el país, Teresa Meccia.
La oleada de rumores y la salida de los diplomáticos del país, afianzó en la sociedad la teoría de que la muerte del menor fue parte de un ritual satánico.
Luego del caso, entre 1997 y 1999, varios asesinatos y violaciones de niños fueron atribuidos a estos rituales. Asimismo, la Iglesia católica realizó una campaña para evitar la propagación de la práctica.
En el año 2000, la Policía agarró una banda de menores por el asesinato de al menos siete taxistas en la Zona Oriental.
Una de las menores narró que disfrutaba viendo desangrar a sus víctimas y que en ocasiones, tras ejecutar a acuchilladas a las personas, tenía relaciones sexuales con otro de los menores que era su novio. Durante las audiencias judiciales, los acusados sonreían y se burlaban de las familias de sus víctimas.
Condena pareja que usaba menores en ritos
En el 2016, una pareja fue condenada a 10 años por violar a varios menores y usados para ritos satánicos. La iniciación en el grupo consistía en que los jóvenes debían sostener relaciones con uno de los condenados, mientras los demás esperaban afuera. Luego de ahí, el condenado salía a buscar a la siguiente persona y transformado en Lucifer, invitaba a continuar a los demás la actividad sexual. A éstos les aplicaban aromas y ungüentos en el cuerpo.