Muchas de las infraestructuras construidas antes de los años ochenta, no poseen los códigos estructurales para soportar un gran temblor de tierra

Ejemplos de estructuras vulnerables, poco resistentes a sismos de mediana y de gran magnitud, hay muchos en este país. El caso del recientemente cerrado hospital Padre Billini es uno de los mejores indicadores del por qué hay que evaluar y adecuar las infraestructuras, sobre todo aquellas con cierta antigüedad, para que puedan resistir temblores de cierta envergadura.

Sin embargo, el país ha mejorado de manera significativa en materia de construcciones sismo-resientes en los últimos treinta años, como informó el arquitecto Franklin Labour, director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie). Esto se debe a que las edificaciones que se han efectuado en ese período de tiempo, se han ceñido a criterios estructurales de mayor mitigación de riesgo ante posibles terremotos.

En tanto, las construcciones que se erigieron antes de los años ochenta, puede que no tengan la misma resistencia ante movimientos telúricos de grandes magnitudes, según indicó el arquitecto Labour.

“Ubícate en los años ochenta, la deuda hacía atrás es mucha y acumulada. Ya cuando en los ochentas comenzamos a incorporar procedimientos más firmes, empezamos a mejorar. Nuestras edificaciones hoy son mucho mejor que antes, debido a que acogen elementos de mayor resistencia ante temblores de tierra”, explicó el experto en evaluación de infraestructuras.

En ese sentido, Labour considera que hay una cultura que se ha ido despertando en el país en materia de prevención de riesgos ante desastres de esa naturaleza y que se inició el proceso de revisión de aquellas infraestructuras que fueron construidas antes de que se incorporara el Código Sismo-Resistente, en el año 2011. “Lo importante es que ya estamos revisando las estructuras de nuestros inmuebles. El proceso ha ido avanzando en la República Dominicana”, manifestó el director de Onesvie.

La estación de bomberos de Santiago de Los Caballeros ya fue evaluada “y sabemos que va a colapsar”, por eso la Onesvie le planteó a la Alcaldía de ese municipio una propuesta de reforzamiento y ahora se está preparando la intervención del mismo para evitar que colapse, agregó el arquitecto.

“En cualquier momento puede ocurrir un terremoto”

“En cualquier momento en este país, por la sismicidad de la isla, puede ocurrir un gran sismo, razón por la cual los ciudadanos deben estar preparados sobre cómo actuar ante un fenómeno de esas naturaleza”, dijo Labour. Justo en ese momento la entrevista que realizaba elCaribe se detuvo por breves instantes debido a que una de sus asistentes informó que acababa de ocurrir un temblor de 5.3 en la escala de Richter en la proximidades de Boca de Yuma. “Ves ahora mismo acaba de ocurrir uno”, indicó el arquitecto Labour.

El director de Onesvie recomendó estar preparados para enfrentar un eventual temblor e indicó que en cada familia debe preparar un plan de evacuación e informarse sobre qué hacer cuando suceda un terremoto.

“Somos una isla vulnerable a terremotos. Tenemos una interacción de la placa tectónica de Norteamérica con la del Caribe, en la parte norte de nuestra isla. Tenemos fallas en nuestro territorio (unas 12). Por eso tenemos que hacer conciencia de eso. En cualquier momento puede ser. Ahora mismo nosotros hablando, acaba de ocurrir uno de 5.3 en la escala de Richter, pero pudo haber sido de 6 o de 6.2 o más, como han sucedido en otros momentos de la historia de la isla La Hispaniola, por eso es que hay que estar listos para responder certeramente cuando suceda un hecho de esa naturaleza”, sostuvo Labour.

Dar respuesta rápida

Una de las novedades que ha preparado esta oficina de evaluación es la creación de una unidad de expertos que evalúen ante y después de un terremoto las edificaciones. Esta unidad se dedicará a trabajar aspectos evaluativos antes de que sucedan los sismos, para reforzar y mejorar estructuras con ciertos niveles de vulnerabilidad.

Del mismo modo, hay otro equipo que se dedicará a evaluar las infraestructuras después de un terremoto, “para que no ocurra lo que sucedió en Ciudad de México, donde luego del último gran temblor, hubo personas que duraron semanas sin poder ingresar a sus hogares, debido a que desconocían si era seguro o no retornar a sus terruños”, explicó el arquitecto.

Para auxiliar a esos técnicos, expertos en estructuras y prevención sísmica, se creó una aplicación digital (app) que unifica criterios en torno a la evaluación de las edificaciones. Esa herramienta primero será utilizada por los técnicos de la Onesvie y luego, en una segunda fase, se abrirá para que los ciudadanos puedan enviarnos los insumos necesarios para obtener una respuesta de la situación de sus viviendas.

Con esta app se facilitará a través de plataformas digitales saber cuán segura es una edificación.

Más recursos para la Onesvie

La Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones recibió un presupuesto de mayor a los 70 millones de pesos. Aunque fue aumentado de manera significativa con lo que recibía hace dos años, su director indicó que todavía es insuficiente para enfrentar los retos y los planes que posee ese organismo, cuyos servicios podrían ser vitales antes de que ocurra un gran sismo y colapse una estructura que pudo haber sido reforzada a tiempo.

73,000,000
Millones de pesos es lo que recibió Onesviede presupuesto para ejecutar sus planes en este 2019.

Ocho
Grandes terremotos han ocurrido en la isla de La Hispaniola en los últimos 448 años. El más devastador de ellos fue el ocurrido el 4 de agosto de 1946, en Nagua, donde también provocó un tsunami que desrtuyó la comunidad Matancitas, el cual tuvo una magnitud de 8.1 en la escala de Richter y provocó un tsunami que cruzó el Atlántico.

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