El exjefe de la Policía Nacional, general retirado Rafael Guillermo Guzmán Fermín, reconoció este lunes que en esa institución sí hay corrupción “como en otras instituciones”, pero afirmó categóricamente que generalizar induce a la falsedad, en respuesta a las acusaciones del Comisionado Para la Reforma de la Policía Nacional, sobre una presunta corrupción generalizada y sistémica desde los subdirectores generales pasados hasta el último raso.
En una entrevista en el programa Despierta con CDN, Guzmán Fermín manifestó que las declaraciones de Pepe Vila tienen un filo político y lo acusó de cometer un “asesinato moral”. En ese sentido, expresó que tomar un caso particular y convertirlo en universal, es un acto de imprudencia que hace un mal servicio a lo que se está investigando.
“Esa denuncia corrompe el mismo proceso, porque habla de corrupción, de esa acción que va reñida contra los estatutos y normas legales. Además, es un elemento que va contra la ética y la moral. Decir que todos son corruptos es asesinar moralmente a muchos que no están. Decir que todos los directores generales son corruptos, desde la cabeza hasta el último raso, sin excluir a nadie, es un acto que constituye en sí mismo una falsedad”, reprimió.
Por tanto, lo emplazó a que asuma su responsabilidad y diga con nombres precisos y pruebas fehacientes cuáles son los exdirectores de la Policía que han incurrido en los actos de corrupción que de manera irresponsable les imputa. Al respecto, dijo que está dispuesto a que la Cámara de Cuentas audite su gestión y se establezcan responsabilidades en caso de hayan anomalías.
Guzmán Fermín defiende transparencia de su gestión
En ese sentido, Guzmán Fermín defendió la pulcritud y transparencia de su gestión al frente de la Policía Nacional, al destacar que ha sido el único jefe de la uniformada que, bajo un oficio, pidió a la Cámara de Cuentas que instalara una oficina en la Policía, para que audite los procesos financieros de la entidad.
Guzmán Fermín expuso que no se opone a la política anticorrupción del Estado, sino que por el contrario la respalda y está dispuesto a colaborar con el Gobierno para lograr los avances institucionales que requiere la uniformada.
Por otra parte, el general retirado también se refirió a la sazonada, pero retardada reforma policial, asegurando que el proceso no ha culminado de manera exitosa por falta de voluntad política. “Si los procesos de reforma no han sido exitosos, no es por culpa de la Policía, sino por falta de continuidad del Estado”, añadió.
Sin embargo, consideró que el proceso de reforma policial supone un cambio cultural, por lo que entiende que su efectiva aplicación requiere de tiempo.