Jerusalén, 31 ene (EFE).– El Ejército israelí y el grupo chií libanés Hizbulá protagonizaron este miércoles otra jornada de intercambio de fuego en la tensa zona fronteriza entre Líbano e Israel, que vive la peor escalada desde 2006.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel identificaron una serie de lanzamientos desde el Líbano hacia el área de Yiftah, Yahara y Hanita en el norte de Israel”, indicó un vocero del Ejército israelí, al precisar que esos ataques no ocasionaron víctimas y que sus tropas contraatacaron el origen de los disparos.
Por su parte, Hizbulá reivindicó tres ataques contra el norte de Israel en lo que va de la jornada: dos de ellos con misiles y un tercero que tuvo como objetivo sistemas “de espionaje” ubicados en un puesto militar israelí, aunque no preció el tipo de arma que utilizó en este ataque.
El Ejército de Israel aseguró que sus aviones de combate atacaron “un complejo de Hizbulá que constaba de varios complejos militares” en la zona de Rachaf, en el sur del Líbano, mientras que la artillería disparó hacia la zona de Aalma El Chaeb y Aitaroun.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde la guerra de 2006 con un intenso intercambio de fuego que comenzó el 8 de octubre, un día después de que estallara la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás, aliado de Hizbulá.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró ayer que sus tropas “están listas y preparadas para una campaña en el norte”.
“Llegará el momento en que se nos acabe la paciencia y tendremos que actuar con contundencia para imponer la paz en la frontera norte”, aseguró.
El riesgo de una confrontación abierta entre Israel y Hizbulá es cada vez más elevado en la frontera, donde ya han muerto más de 230 personas, la mayoría en las filas de Hizbulá, que ha confirmado 176 bajas, algunas en Siria.
En el lado israelí, han muerto 18 personas en la frontera norte, entre ellas 12 soldados y 6 civiles, mientras que en Líbano han fallecido unos 20 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 23 civiles (entre ellos tres niños y tres periodistas). EFE