El embajador del país en la Santa Sede, Víctor Grimaldi, denunció desde Roma, que se está promoviendo en República Dominicana “desórdenes y maniobras leguleyas”.
Sostuvo que dichas acciones se promueven con miras a “desatar en breve una crisis innecesaria en un país con gran estabilidad social, económica y política reconocida por organismos internacionales genuinos”.
En una advertencia por escrito recibida y distribuida por la Secretaría de Comunicaciones del PLD, Grimaldi hace la denuncia y una exhortación en tres direcciones: A la Comunidad Internacional, a las fuerzas políticas del país y al propio Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
“Existe un propósito planificado de intereses egoístas locales y transnacionales para producir desórdenes a partir del mes de agosto del 2018 similares a los ocurridos en varios países de América Latina, con el fin de presionar el desplazamiento del gobierno del presidente Danilo Medina en la República Dominicana”, denunció. Advirtió que la consecuencia ulterior de las maniobras denunciadas “será el caos y retrotraer al desorden la sociedad y el Estado dominicano, y romper un sistema democrático”.
Desplazarían millones de haitianos
“Hay rumores en mi país de que detrás de estos malos propósitos están ciertos poderes supranacionales que aprovecharán esa situación para desplazar hacia el territorio dominicano a millones de haitianos para darle una salida a la crisis de Haití, después que la presencia de Naciones Unidas y la intervención militar norteamericana de 1994 y 2004 nada han podido resolver en ese pobre país del hemisferio americano”, sostuvo.
Pidió al PLD prepararse “a sufrir las consecuencias por la insensatez del faccionalismo que lo invade”.
Pidió poner al país primero que ambiciones
Víctor Grimaldi, exhortó a la comunidad internacional a hacer conciencia de que el pueblo dominicano no cargaría con la situación de crisis de Haití, que no aceptará una solución por esa vía a la situación del vecino país, como no lo aceptan otros países latinoamericanos. Recomendó a las fuerzas políticas locales poner al país por encima de sus ambiciones.