La presidenta de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, Miriam Germán Brito, pidió no ser considerada como jueza de la instrucción especial, ni como miembro del pleno, en caso de que el proceso por los sobornos de Odebrecht llegue al máximo tribunal del país.En una misiva enviada ayer al presidente de la SCJ, Mariano Germán Mejía, la magistrada resaltó que a través de unos tuits “se ha desatado una serie de comentarios atribuyéndome una estrecha amistad con el señor Víctor Díaz, lo conozco, he conversado con él, nunca sobre un proceso en el que ni siquiera nadie ha sido formalmente imputado”.
Aclaró que su manera de ver la vida, la hace no andar huyendo de nada, ni eludir responsabilidades, amistad o trato, con quien fuere, porque eso no la condiciona para ningún juicio.
“Desde este momento con una decisión que no tiene marcha atrás, me considero excluida de todo lo relativo al proceso que dio origen a esta comunicación”, señaló; además resaltó que su criterio como juez no es influenciable.