El Patronato Nacional de Ganaderos advierte que la actual situación de los precios de la leche fresca y la falta de regulación del etiquetado de las importaciones de derivados lácteos amenazan con llevar a la quiebra a miles de productores de todo el territorio nacional.
Según René Columna, presidente del Patronato, los bajos precios de venta de la leche fresca en finca están afectando la rentabilidad del sector lechero y dejándolo sin mano de obra interesada en producir uno de los alimentos fundamentales de la dieta del pueblo dominicano.
Ante la situación, Columna plantea que el Ministerio de Agricultura convoque al Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera (CONALECHE) a los fines de buscar una respuesta rápida y efectiva a la problemática.
Por otro lado, el Patronato Nacional de Ganaderos ve oportuna y necesaria la propuesta que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha presentado para garantizar la continuidad de la entrega del desayuno escolar durante la crisis del COVID 19. Este programa, afirma la entidad, además de evitar el aumento de la desnutrición infantil en los sectores más pobres sería un aliciente para miles de productores y trabajadores de la industria lechera local.
René Columna recordó que el abastecimiento del desayuno escolar y los planes sociales del Gobierno debe hacerse priorizando la producción nacional, tal y como se establece en el decreto 168-19.
El etiquetado
El Patronato Nacional de Ganaderos solicita al nuevo gobierno la aplicación urgente de las normas de etiquetado en todos los productos lácteos del país, para poner fin de una vez y por todas a la comercialización de fórmulas químicas vendidas a los consumidores como si fueran leche real de producción nacional.
Para el Patronato es fundamental que los nuevos ministros de Industria y Comercio y de Agricultura intervengan y garanticen una regulación del etiquetado porque de lo contrario el mercado de las importaciones terminará de destruir el aparato lechero de República Dominicana. “Siguen vendiendo a diestra y siniestra fórmulas químicas que hacen pasar por leche criolla. Y esto ocurre también en el desayuno escolar, lo que representa una estafa, un abuso contra las familias y los estudiantes de más escasos recursos”.