Miles de feligreses católicos de diferentes puntos del país se congregaron este jueves en la explanada del Faro a Colón y en medio de un fuerte aguacero celebraron el Día de “Corpus Christi”, una de las fiestas más significativas de la Iglesia Católica, en la que los fieles veneran y adoran la presencia real de Cristo, a través de la eucaristía.
El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, al iniciar la celebración exclamó que “la lluvia no parará la fiesta” que tenía dos años sin realizarse por el confinamiento que provocó la pandemia covid-19.
“Estamos contentos y con esta concentración estamos diciendo adiós a la pandemia. Eso deseamos, que a partir de esta concentración y de esta celebración de Corpus Christi cese la pandemia y que podamos reunirnos para celebrar nuestra fe”, manifestó.
A partir de las 2:00 de la tarde de hoy la explanada del Faro a Colón poco se fue llenando de feligreses católicos. Mientras que otro grupo llegó a las 3:30 de la tarde con la procesión que encabezó Ozoria Acosta.
Durante la caminata, a la que asistieron jóvenes, adultos y envejecientes, los fieles cantaban himnos y hacían oraciones al Señor. La mayoría vestía ropas blancas, símbolo de la santidad.
“Las lluvias rompen cadenas”
Justo cuando llegaban a las instalaciones del Faro, comenzó un intenso aguacero que mientras se realizaba la fiesta cristiana, nunca paró. Muchos abrieron sus sombrillas, otros se alojaron en carpas, mientras que muchos permanecieron a la intemperie bajo las lluvias y disfrutaron la celebración de Corpus Christi completa.
“Si no nosotros no creemos por lo que nos predican de las palabras escritas, creemos por las señales de los tiempos. Hoy ha sido un aguacero que nos hemos mojado todos sin diferencia. Eso es señal de humildad donde todos somos iguales para Dios”, expresó Alexis Valdez, una cristiana que acudió desde el sector Los Frailes I, Santo Domingo Este.
Otro señor que se mostró gozoso a pesar de que temblaba del frío provocado por las lluvias fue Juan Arcadio Franco, quien se congrega en la parroquia La Altagracia en Herrera. Dijo que las lluvias eran aguas de Cristo y por eso recibe la palabra bajo el aguacero.
María Estela Batista indicó que los católicos estaban ansiosos de juntarse para celebrar la fiesta de Corpus Christi luego de dos años sin realizarse producto de la pandemia. Manifestó que las lluvias son señal de romper cadenas por lo que se sienten regocijados de que ese evento se haya realizado bajo ese fuerte aguacero.
“La lluvia es vida. También, va rompiendo cadenas, es una gran bendición, creo que es lo mejor que nos ha podido pasar en este día de hoy tan maravilloso”, expresó la señora que acudió desde el sector Liban Guzmán, Santo Domingo Este.