A raíz de la situación política que vive actualmente la República Dominicana con la presión del movimiento social ha empezado a cobrar sentido la posibilidad de que una figura carismática, populista y sin trayectoria política pueda saltar con éxito en el escenario electoral. La acción no sería nueva, la interrogante estaría en si podría ser exitoso contrario a lo que ha ocurrido hasta ahora en la historia democrática del país.
Para el 1994 la situación política de la República Dominicana estaba a la puerta de un nuevo ciclo. Había sensación de hastío en la ciudadanía de los gobiernos de Joaquín Balaguer y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), por la avanzada edad y limitaciones físicas del caudillo, que había logrado un triunfo cuestionado en las elecciones del 1990, contra Juan Bosch y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En ese escenario de 1994 surgió la candidatura presidencial con mucho impacto y expectativas de José Antonio Reynoso (El Padre Toño) que por su origen religioso generó mucho impacto en la opinión con un discurso contra la pobreza. Sin embargo, el resultado en las urnas para el Padre Toño fue de 22 mil 543 votos para un 0.70% del universo de sufragios. Luego, el Padre Toño fue funcionario del gobierno de Hipólito Mejía 2000-2004 y tras su salida fue acusado de corrupción en el denominado Plan Renove que implicó una estafa al Estado superior a los mil 800 millones de pesos.
Seis años más tarde, en el 2000, saltó al escenario político el reputado jurista (fallecido) César Estrella Sadhalá, empujado por su labor al frente de la Junta Central Electoral (JCE) organismo del que asumió la presidencia tras la crisis electoral del 1994. Aceptó ser candidato presidencial por el Movimiento de Unidad de Integración Dominicana (Unido) basado en su buena reputación y la apuesta generó muchas expectativas en la opinión pública. En las elecciones del 16 de mayo de ese año Unido obtuvo 3 mil 359 votos para un 0.11%.
Los comicios del 2004 estuvieron matizados por un ambiente de crisis económica por la situación financiera que se generó en el 2003. Para esas elecciones varias figuras fuera de la tradición política se lanzaron en la búsqueda por la Presidencia y el que tuvo mayor trascendencia en la opinión pública fue Raúl Pérez Peña (El Bacho) que fue candidato por el partido de la Auténtica Democracia. Obtuvo mil 834 votos.
En el 2008, el exjefe de la Policía, Pedro de Jesús Candelier, se lanzó a la búsqueda de la Presidencia de la República por el partido Alianza Popular. Candelier estuvo aupado por el carácter autoritario y mano dura que supuestamente exigía la sociedad dominicana para poner fin a los males del país. Obtuvo 6 mil 118 votos para el 0.15%.
El común denominador de esas figuras que sin tener tradición política se lanzaron por la búsqueda de la Presidencia del país es que no encontraron una plataforma de partidos tradicionales para sustentar sus propuestas políticas.
Moreno, un político antisistema
Aunque Guillermo Moreno, presidente y fundador del partido Alianza País, ya tiene una larga tradición de más de diez años participando en política y lleva tres candidaturas presidenciales, ha basado su discurso contrario a los partidos tradicionales con el que hasta el momento no ha podido conquistar al electorado. En las pasadas elecciones su candidatura alcanzó 82,672 votos, para un 1.82%. Para las elecciones del 2012, Soraya Aquino, postulada por el Partido de Unidad Nacional (PUN), fue una candidata sin tradición política que logró competir y alcanzó 5 mil 253 votos.
Lo que piensa la ciudadanía
El informe de Latinobarómetro, sobre la situación de la democracia en América Latina, señala que más del 57% de la población de la República Dominicana prefiere un gobierno de “mano dura”. Sin embargo, el mismo estudio indica que más del 70% de la población considera que la democracia es un instrumento que permite la solución de los problemas de la ciudadanía.
El mismo estudio indica que más del 60% de la población entiende que no se gobierna para la mayoría del pueblo sino para unos pocos.
La investigación señala que en República Dominicana el 51.4% de la población piensa que los políticos tienen libertad de acción sin que su accionar responda a intereses de grupos o personas.
El informe también señala que la República Dominicana es el país de la región donde sus ciudadanos tienen un pensamiento más identificado con la derecha para un 49%.
En otros países figuras sin historial van al poder
El caso más emblemático de una figura sin ningún tipo de experiencia política y que alcanza el éxito es el del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuya fama la había ganado por ser un multimillonario y una figura de la televisión norteamericana. Sin embargo, contra todos los pronósticos alcanzó la Casa Blanca. Trump tiene un discurso populista, pero fue postulado a la Presidencia por uno de los partidos más fuertes de los Estados Unidos, el Republicano. Por tanto, quizás la historia del magnate fuera otra si por el contrario se hubiese postulado por un partido nuevo y por alguna organización minoritaria. En América Latina el caso más reciente de una figura que salta a la Presidencia sin trayectoria política es el caso del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, que hasta el año pasado fue un comediante de éxito en la televisión, pero tuvo éxito político luego de la crisis política que se generó en ese país por un escándalo de corrupción.