El Foro Permanente de Partidos Políticos de la República Dominicana (FOPPPREDOM) rechazó este martes la utilización de la violencia como forma de resolución de conflictos, sin importar que dicha violencia sea institucional o social.
En nota de prensa remitida a este diario el FOPPPREDOM advierte que la utilización de la fuerza armada para impedir el libre tránsito o la celebración de actividades previamente autorizadas, es un acto de inconsecuencia e imprevisión.
Al respecto, el FOPPPREDOM consideró como un elemento totalmente negativo, enviar hombres armados con fusiles y que en general carecen de preparación especializada, a establecer contacto y dirimir pareceres con civiles más o menos enardecidos por prohibiciones irracionales.
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Eso y llamar a la desgracia es prácticamente lo mismo, “peor aún resulta que oficiales experimentados, con trayectoria militar impecable hasta el momento permitan en su presencia y, por tanto, con su autorización, la ocurrencia de vías de hecho nada más y nada menos que contra legisladores, frente al edificio del Congreso Nacional”.
“Y todo ello en una manifestación que se proclama en defensa de la Constitución, por actores que si irrespetaran la Carta Magna, perderían cualquier atisbo de legitimidad en sus propósitos”, manifestó.
El FOPPPREDOM advirtió que el consenso es la única vía para superar las contradicciones actuales.
La institucionalización de los conflictos y las diferencias es lo que caracteriza la democracia.
“Este es un llamado vehemente a la instauración definitiva de un régimen político basado en el respeto de la diversidad”, subrayó.
El FOPPPREDOM insistió en que la disensión no es negativa, todo lo contrario, es el paso necesario para generar acuerdo y unidad entre actores con diferentes perspectivas, pero situados en un mismo marco institucional.
“El respeto no es el resultado de la obediencia ciega. El respeto no se exige ni se reclama, surge naturalmente en presencia del sacrificio personal en aras del bienestar social”, dijo.
Agregó que el liderazgo del siglo XXI no está basado en la utilización de la violencia y la fuerza. Al contrario, de nada sirve poner barreras ficticias para evitar, para impedir o para aplastar.
“Un abismo social nos separa de la imposición y la violencia, que ya no son métodos eficaces de gobierno”, indicó.
“Es tiempo de revalidar nuestras creencias institucionales e individuales: fe inquebrantable en la democracia, respeto por la institucionalidad democrática y cumplimiento de la palabra libremente empeñada. Ese, no el de la violencia y la fuerza, ese es el camino de la paz”, concluyó.