La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) afirmó que el manejo opaco de los fondos de financiamiento de los partidos políticos y la exclusión del tema a lo interno de las organizaciones continúa siendo una de las mayores debilidades del régimen democrático nacional.
La entidad insistió en que mientras el tema del financiamiento de los partidos no sea debatido a profundidad en toda la sociedad será imposible alcanzar un consenso que abra las puertas para renovar el sistema de partidos y definir nuevas prácticas democráticas y mejores condiciones para asegurar la gobernabilidad y la economía.
Finjus consideró que el reto es propiciar espacios de diálogo donde los partidos y la sociedad se encuentren y expresen su voluntad política sincera, al tiempo que se adelanten pasos concretos que contribuyan a hacer de la política y el ejercicio del poder verdaderos actos de servicio y aportes al bienestar común.
“Se ha observado que ante cada campaña electoral, o ante cada caso de corrupción que se conoce, se reaviva la preocupación por la falta de transparencia y la ineficiencia de los controles sobre el origen y destino de los fondos que manejan los partidos políticos y los candidatos para solventar la actividad política, por tanto, una reforma de la ley electoral y la promulgación de la ley de partidos cobra mayor sentido en aras de solucionar estas problemáticas” expresó ayer la institución en un comunicado.
Finjus recordó que la actual Ley Electoral plantea la prohibición de los partidos a ser beneficiados económicamente mediante donativos o contribuciones de origen ilícito, ya sea para su sostenimiento o para el financiamiento de sus campañas electorales. No obstante, aclaró, que pese a esta prohibición no existe una sanción preestablecida o sistema de consecuencias formal que castigue las infracciones al respecto.
Ante esta realidad, Finjus entiende oportuno discutir sobre la transparencia en el ejercicio político en el país para contribuir al fortalecimiento del Estado Social y Democrático de Derecho.
“Atendiendo a que el carácter del partido depende en gran parte de la procedencia de la financiación, no podemos obviar el hecho de que promover la configuración formal de un sistema de consecuencias en este ámbito será determinante para el funcionamiento democrático de nuestra nación”.