El Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) afirmó ayer que el rapto, violación y asesinato de la niña Yaneisy Rodríguez, de cuatro años, en Santiago, llama a analizar con profundidad las causas de la violencia y a diseñar políticas efectivas para prevenirlas.
Servio Tulio Castaños sostuvo que un hecho de esta naturaleza revive en la sociedad el debate sobre la necesidad de reformar la ley 136-03 de protección de niños, niñas y adolescentes para aumentar el tope de la pena, en la creencia de que esto contribuirá a la reducción o eliminación de estos crímenes.
No obstante, asegura que existe suficiente evidencia y documentación que señala que las estrategias represivas y punitivas, han mostrado limitados resultados no sólo en la región, sino en la mayoría de los países del mundo, debido a que esas medidas no están dirigidas a las causas del fenómeno.
Castaños afirma que el problema de la violencia juvenil no puede abordarse únicamente desde la responsabilidad penal, pues se trata de un fenómeno multicausal y complejo que requiere de programas adecuados de política criminal, destinados a mejorar la prevención y reinserción de los infractores, por lo cual se debe debatir respecto a temas centrales como es destinar mayor inversión en el sector social, con énfasis en la protección integral a la niñez y adolescencia.
“En ese sentido, entendemos que este es un tema de una complejidad especial que no puede responderse de manera apresurada mediante la clásica fórmula del aumento de la pena como método disuasivo, especialmente en el marco de un sistema penal que debe privilegiar la reinserción social como su objetivo supremo”, afirma Castaños quien aboga por una revisión de todo el sistema penal, especialmente lo preventivo.
Destaca que la delincuencia juvenil amerita una ponderación amplia de los múltiples factores que circundan a su alrededor, como los altos grados de exclusión que rodean a los menores que incurren en ilícito penal, así también los criterios de vulnerabilidad, descomposición familiar, entre otros.
“Estos lamentables hechos deben estimular a las autoridades y la sociedad a continuar en el estudio de las causas que generan estas desviaciones y promover el diseño de políticas públicas efectivas de prevención de la delincuencia y la violencia en el país”.