Como cada año, cientos de feligreses de la Iglesia Católica realizaron la tradicional Caminata Mariana, en ocasión de celebrarse en octubre el mes del Rosario.
Para la marcha, que es organizada por las denominadas Zonas Pastorales y cientos de fieles de la Arquidiócesis de Santo Domingo, se incluyó en esta versión un ingrediente diferente, y es que para la jornada se formaron las Vicarías Territoriales, quienes por su parte marcharon por otras comunidades, y cada una estuvo encabezada por un obispo auxiliar que acompañaban a los parroquianos durante los recorridos.
El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, inició la caminata del Distrito Nacional, (que fue la central), a las 4:00 de la tarde, partiendo desde la Plaza Juan Barón, en el Malecón, y finalizó en la Catedral Primada de América, donde celebró una eucaristía cerca de las 6:00 de la tarde, donde estuvieron presentes sacerdotes de todas las parroquias de la ciudad, además de jóvenes, niños y envejecientes, devotos de la Virgen María.
Marchas de las Vicarías
La Vicaría Episcopal Territorial Este la encabezó monseñor Ramón Benito Ángeles, quien inició su recorrido a las 1:00 de la tarde, en la avenida San Vicente de Paul, hasta el Anfiteatro del Este; la Vicaría Episcopal Territorial Norte y Monte Plata estuvo presidida por monseñor Jesús Castro Silverio, quien partió a las 3:00 de la tarde desde la carretera de La Victoria, hasta finalizar con la celebración en el Santuario de la Virgen de Schoestatt. En tanto que la Vicaría Episcopal Territorial Oeste la encabezó monseñor Faustino Burgos Brisman, quien inició la marcha a las 7:00 de la mañana desde el cruce de Hato Nuevo, hasta el kilómetro 22 de la autopista Duarte, y a las 3:00 de la tarde desde Las Caobas hasta la Casita de La Misericordia, concluyendo con una misa.
Una actividad realizada por más de 13 años
La Caminata Mariana es una actividad que viene realizándose en la Arquidiócesis por más de 13 años, organizada desde sus inicios por monseñor Lorenzo Vargas, vicario de la Pastoral de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Esta marcha ha sido el lugar donde los católicos manifiestan cada año su devoción a las diferentes advocaciones de la Virgen María. En ellas, las personas rezan, cantan y demuestran a través de la entrega su agradecimiento a Dios y a quien ellos consideran su madre espiritual: la Virgen María.